¿Se viene una de suspenso?

El gobernador Raúl Jalil volvió a prender la mecha de un viejo petardo: el que apunta a suspender las PASO, una fórmula tan usada como efectiva para distraer un poco, pero que esta vez tiene una utilidad extra para el gobierno.

A medida que se consume este triste 2022 pospandemia, se acerca también la fecha de las elecciones que decidirán el futuro de Catamarca y el país, al menos por los próximos cuatro años.

Acá, como se sabe, la Constitución es generosa y abre el paso a las especulaciones, porque dice que se tiene que votar junto con las elecciones nacionales en octubre o “algún domingo de marzo”, que el año venidero puede ser el domingo 5, domingo 12, domingo 19 o domingo 26. Tenemos así cinco fechas tentativas, aunque lo que más importa por ahora es el mes: octubre o marzo.

Esta posibilidad de especular con la fecha es un invento del peronismo, en la época en que se reformó la Constitución por última vez tras la muerte de Vicente Saadi, y hay que decir que le salió el tiro por la culta. Porque Ramón volvió al gobierno con su constitución, pero al toque le intervinieron la provincia y se fue. O lo fueron.

Entonces llegaron los radicales aliados con los traidores exsaadistas y el Frente Cívico y Social se hizo una fiesta con ese artículo. Porque siempre especuló con las fechas, convocó cuando se le dio la gana, y para completarla nadie se podía quejar porque si los peronistas decían algo les contestaban “Pero muchachos, ustedes pusieron ese artículo, ¿se acuerdan?”.

Desde ahí es un clásico eso de deshojar la margarita, marzo, octubre, marzo, octubre… algo que sirve para dos cosas. Una, obviamente, para pegarse o despegarse de la ola nacional según como venga la mano. Y otra, no menos importante, para desacomodar a la oposición.

Imagínense la ventaja de saber cuándo se va a votar y que el rival no sepa. O lo hacés perder tiempo acomodándose para algo que va a pasar siete meses después, o lo agarrás de sorpresa cuando está desacomodado.

Es mucha ventaja y muy importante, una de las tantas que tiene siempre el oficialismo, que no en vano en Catamarca ganó siempre, con la única excepción de 2011.

Lucía Corpacci amagó con terminar con eso y propuso una nueva reforma constitucional que incluyera la “certeza electoral”, osea: pongamos una fecha definitiva de elecciones y nos dejamos de joder. De hecho ella, aunque ganó en marzo, durante sus ocho años de mandato cuando tuvo que decidir siempre fue con las elecciones nacionales, en octubre.

¿A qué viene todo esto? A que si no se suspenden las PASO, el gobierno tendrá que definir antes la fecha de votación, porque dos meses antes habría que hacer las primaria. Si las elimina, tiene más tiempo para especular y jugar con los nervios ajenos. Un par de provincias ya lo hicieron, y la idea es seguir ese camino acá… ¿se viene una de suspenso?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí