El nombramiento de la hija de Oscar Castillo en el gobierno cayó como un golpe bajo en la militancia peronista, que se siente burlada, manoseada y traicionada, porque son muchos los rivales del PJ que ya tienen un lugar cálido y privilegiado en el gobierno, pero la llegada de la Petu fue la gota que rebalsó el vaso.
Petu es la misma que fue funcionaria de Mauricio Macri, y la que alentaba a la oposición a avanzar con una campaña sucia en 2019: las vueltas de la vida, ahora es funcionaria con sueldo del gobierno peronista y nada menos que en la exCapresca, ahí donde todos quieren ir porque están los mejores sueldos.
Claro, los peronistas tienen memoria. Saben que Oscar Castillo terminó de aniquilar al peronismo con una guerra sin tregua que incluyó hasta la manipulación del Poder Judicial para sostener el circo mediático-político que le permitió al Frente Cívico y Social gobernar 20 años seguidos.
Los Castillo no tuvieron piedad con los peronistas: echaron a medio mundo, dejaron familias enteras en la calle, persiguieron y castigaron a todo justicialista que pasara cerca, planteando un enfrentamiento que era más o menos como el bien contra el mal.
Hubo muchos peronistas que lo sufrieron en carne propia. Lo pagaron con dramas económicos, con desempleo, con angustia. Sufrieron de verdad. Y en 2011 el peronismo volvió al poder.
No se trata de revanchas o venganzas, pero que ahora muchos militantes que resistieron y lucharon durante 20 años sean ninguneados, sigan esperando y ni les atiendan el teléfono, mientras se le da un lugar a la hija de Oscar Castillo. Es ser el hijo de la pavota.
Los peronistas están que arden. Hablan de traición, de negocios, de arreglos. No pueden creer lo que está haciendo Raúl Jalil. Y la verdad no se entiende. ¿Hasta dónde llega ese famoso acuerdo del Pacto de Ipizca? ¿Qué entrega Oscar? ¿Cuándo se cumple el compromiso de Jalil?
Parece que Oscar Castillo dirigiera el gobierno. Además, hablando de alguien que pasó una vida en los más altos cargos, ¿necesita que su hija sea nombrada en el área pública? Esto parece una provocación directa, y si la idea era generar bronca está funcionando perfecto.
Petu dijo que su apellido es grande y que no ven sus méritos. No hace falta contestar a eso, todo Catamarca sabe cuáles son los “méritos”. Lo que no se ve tampoco son las convicciones de alguien que pasa del macrismo al peronismo que pedía atacar con campaña sucia. En fin… lo que se hereda no se roba.