El Poder Ejecutivo ya definió cuál será el precio de referencia para el petróleo con destino al mercado interno, el denominado barril criollo. Será fijado en 45 dólares el barril, es decir un precio inferior al vigente hasta el año pasado, pero muy por encima de la cotización del crudo en los mercados internacionales. A su vez, se anticipó que, de manera implícita, el mismo decreto señalará que el valor de los combustibles al público quede fijado en los valores actuales hasta fin de año.
La otra pregunta que se hace el sector es: ¿podrán sostenerse las estaciones de servicio, sobre todo las de propietarios particulares, con precios congelados hasta fin de año, si no hay al menos una bonificación en el precio que reciben por litro?
El decreto del Ejecutivo, ya redactado, define un precio sostén que está por encima del costo de extracción como forma de garantizar el abastecimiento. Sin embargo, desde el ala de los especialistas, se ha cuestionado por qué, tratándose de un precio sostén a la producción local, se fija el valor en dólares. La determinación del precio con un horizonte que se prolonga hasta fin de año pretende darle estabilidad al costo del crudo para refinerías, pero aun así queda librado a lo que pase con el dólar.





