La Universidad de Oxford afirmó que puede actualizar “rápidamente” su vacuna contra el coronavirus “si fuera necesario” en medio de la creciente preocupación por la variante Omicron.
“Debido al reciente descubrimiento de la nueva cepa B.1.1.529 (Ómicron) del coronavirus, los datos disponibles en este momento son limitados. Como con cualquier nueva variante, evaluaremos cuidadosamente las implicaciones de la aparición de B.1.1.529 para la inmunidad de la vacuna”, dijo un portavoz de la Universidad.
“A pesar de la aparición de nuevas variantes en el último año, las vacunas han seguido proporcionando niveles muy altos de protección contra la enfermedad grave y hasta ahora no hay pruebas de que Omicron sea diferente. No obstante, disponemos de las herramientas y los procesos necesarios para desarrollar rápidamente una vacuna COVID-19 actualizada si fuera necesario”, añadió.
Por su parte, la farmacéutica Moderna anunció el domingo que si debieran desarrollar una vacuna completamente nueva contra la variante Ómicron, esta podría estar para principios de 2022.
“Si tenemos que crear una vacuna completamente nueva, eso será a principios de 2022″, aseguró en una entrevista en la cadena BBC el jefe médico de Moderna, Paul Burton.
Burton también señaló en el programa de Andrew Marr en la televisión británica que la farmacéutica tiene a cientos de personas trabajando en esta nueva cepa desde el jueves pasado y explicó que en las próximas semanas prevén haber podido determinar la efectividad de la vacuna ya existente contra Ómicron.
Desde que la nueva variante fue identificada a mediados de la semana pasada, los principales fabricantes de vacunas contra el COVID-19 en occidente, entre ellos los estadounidenses Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, empezaron a probar la efectividad de sus productos contra esta cepa.
Pfizer y su socio alemán BioNTech emitieron un comunicado el viernes en que explicaron que sus laboratorios ya están analizando esta variante para determinar si su vacuna (una de las más usadas en EEUU y en países europeos) podría necesitar algún tipo de “ajuste”.
Johnson & Johnson, que comercializa su vacuna en Europa bajo el nombre de su subsidiaria Janssen, apuntó que ya está probando la efectividad de su producto “contra la nueva variante de rápida propagación que se identificó en el Sur de África”.