Casi toda la oposición está que derrocha felicidad después de las PASO, que fue el renacer del macrismo y dejó en la cornisa a la alianza del Frente de Todos
Pero no todos están felices, algunos están tristes y otros no se sabe dónde están.
El ejemplo más claro es el del todavía senador Oscar Castillo, que a menos de dos meses de volver al llano después de décadas en cargos públicos, desapareció de la escena pública.
Oscar, histórico estratega del radicalismo local que se ganó la fama de genio de la política, parece haber caído en desgracia, y este año metió tantos goles en contra que ya ni sale a la cancha.
Primer error: decidió no jugar personalmente. Una apuesta fuerte porque sabía que en diciembre se quedaba sin banca.
Segundo error: impuso un candidato tirándole encima la mochila de su mala imagen. Pagó los platos rotos Daniel Ríos, frustrado en la interna gracias a la “bendición” castillista.
Tercer error: perdió la conducción del partido porque su armado se vino abajo cuando asumió Francisco Monti y los celestes quedaron desplazados del comité.
En cuestión de meses, el máximo jefe de la UCR local y la oposición, se queda sin el manejo del partido, sin banca, sin fueros y con una interna perdida.
El poder se le escapa como arena entre los dedos, y ya no hay como recomponer su figura: en noviembre ni siquiera jugará.
Cuando ganadores y perdedores de la interna se juntaron para superar rencores y trabajar juntos, en una reunión clave, Castillo ni apareció. Ni a la cabeza, ni a los premios: no figuró.
El que salió a justificarlo fue Luis Fadel, diciendo con cara muy seria que “él está cumpliendo funciones como senador nacional”.
Buena excusa, pero hete aquí que en la sesión que marcó el regreso a la presencialidad plena en el Senado, Castillo tampoco apareció.
¿Habrá dicho allá que estaba “cumpliendo funciones” en el partido? No, no hace falta, cuando ellos se ausentan no tienen que dar explicaciones a nadie.
AL Congreso asistieron 62 senadores, de los cuales el oficialismo tuvo un senador ausente, otro con licencia autorizada por el cuerpo (por José Alperovich) y de los diez ausentes, ocho fueron de la bancada opositora.
Los que pegaron el faltazo de Juntos por el Cambio fueron el jefe del interbloque, Luis Naidenoff (contagiado de Covid), Martín Lousteau (CABA), Pedro Braillard Poccard (Corrientes), Gladys González (PRO), Ernesto Martínez (Córdoba), Claudio Poggi (San Luis) y María Belén Tapia (Santa Cruz), y por el Interbloque Federal, su líder, el salteño Juan Carlos Romero. Por el Frente de Todos solo faltó el pampeano Daniel Lovera.
Ah, claro, y Oscar Castillo de Catamarca.
Entonces surgió la incógnita… si no está con sus correligionarios en Catamarca que dicen que anda por el Congreso, pero tampoco está en el Congreso… ¿Dónde está Oscar?
¿Estará en Ipizca armando alguna reunión? Bah, ¿para qué? Ya es tarde parece.
El Catucho