Los millonarios negocios detrás de las elecciones

La fiesta cívica y a celebración de la democracia no se caen de la boca de los políticos cada vez que hay que ir a votar, y aunque nunca son más de dos o tres los candidatos que tienen verdaderas chances de competir por un cargo, elección tras elección, hay decenas de partidos que se anotan. ¿Por qué? Porque es un negocio fabuloso, como la impresión de votos y tantos otros que les sirven a algunos pícaros para hacerse la América.

Para la última elección, por ejemplo, que fue la competencia presidencial, los frente electorales menores recibieron del Estado nacional 22,7 millones de pesos ¡cada uno! por aportes de campaña e impresión de boletas en las PASO del 11 de agosto, y no los votó nadie… ¿alguien piensa que no se van a volver a presentar?

El Partido Autonomista sacó en todo el país 32.722 sufragios, por lo que cada voto le costó al Estado (a nosotros) casi 700 pesos. El Movimiento Acción Vecinal sacó 36.411 votos, y cada votito le salió a los argentinos 620 pesos.

En medio de la crisis económica y social, el Ministerio del Interior destinó 582,4 millones de pesos para todos los partidos políticos, eso tomando sólo los números de las planillas oficiales.

¿Por qué les dan plata? En teoría es como aportes de campaña y por impresión de boletas, los principales curros.

Para la categoría de presidente se repartieron $85 millones entre todas las fuerzas por aportes de campaña: 50% en partes iguales para cada fuerza y 50% según el índice de votos en la elección anterior.

También se giraron $184,8 millones para impresión de boletas de presidente en partes iguales para todas las fuerzas: lo suficiente para imprimir tantas boletas como electores tiene un padrón electoral: 33 millones.

Por eso nadie quiere el voto electrónico… se termina el negocio. Estamos en la era digital y del cuidado del medio ambiente, pero el Estado sigue destinando a los partidos millones de boletas de papel, que nadie usa. Y además no se controla. Usted puede armar un partido en Catamarca y le dan plata para imprimir 500.000 votos. Después si quiere imprime 50.000. La diferencia al bolsillo.

Leandro Querido, director de Transparencia Electoral, reconoce que “392 millones para impresión de boletas son gastos innecesarios, parte de una lógica política del siglo XIX, muestra representativa del atraso de nuestro sistema electoral. Quizá, la más representativa”.

Señaló que “el pago por impresión de boletas es el factor que más estimula la creación de partidos conocidos como sellos de goma”, porque “con la subimpresión de boletas se pueden quedar con la diferencia: por ser muy rentables funcionan como pymes político-partidarias”.

Pero no solo los chicos se hacen ricos, los partidos grandes también: si imprimir boletas cuesta un millón, ellos pueden llegar a pagar 5, 10 ó 15 millones. La plata viene de arriba, así que cuanto más “gastan” en impresión, mejor para ellos: más diferencia hacen y más plata se quedan.

Claro que el Ministerio del Interior luego de cada elección pide a los apoderados de los partidos políticos que rindan gastos y demuestren que los fondos se utilizaron para la impresión de boletas y para la campaña. Uhhh qué problema… ¿cómo conseguir una factura trucha? Imposible, ¿verdad?

Esto pasa en todos lados, pero nadie pregunta, nadie averigua. Los amigos se reparten los fondos calladitos y nadie investiga de verdad.

Encuentro Vecinal Córdoba, por caso, aseguró que el Estado Nacional gastará 126 millones de pesos sólo para que los partidos políticos impriman sus boletas para participar de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) del próximo 12 de septiembre.

Es porque la ley vigente establece que cada lista participante de la elección recibirá el monto para impresión de boletas equivalentes a un padrón electoral de su distrito.

“Luego el monto se calcula de acuerdo a lo estipulado por la autoridad competente que fijó en 1.330 pesos por cada mil votos el valor de los mismos. Hasta acá el aporte sólo para impresión de boletas sería de 80.997.000 pesos”, se explica.

Y se puntualiza que para financiamiento de campaña el Estado aportará, aproximadamente, una suma superior a 45 millones de pesos, que surge de multiplicar el monto de modulo electoral 20,50 pesos por la cantidad de votos válidamente emitidos en las elecciones nacionales del año 2019. Este monto se distribuye de acuerdo a los votos obtenidos por cada fuerza política.

“Si esto parece una cifra abultada aún se le debe adicionar la erogación en los denominados ‘espacios cedidos a los partidos políticos’ que son los espacios publicitarios que otorga el Estado a las fuerzas en radio y televisión. Por fuera de este sistema los partidos también pueden obtener fondos de aportes privados con las limitaciones que la ley impone”, se añade.

Los fondos recibidos para impresión de boleta que no sean utilizados “deben ser restituidos al Estado” y los restantes fondos recibidos para campaña deben ser debidamente rendidos, pudiendo ser utilizados en su totalidad. Ahora contame otro chiste…

Pero hay más… no sólo se despilfarra en partidos. Cuando hay internas cada lista de precandidatos, con independencia a la fuerza o alianza a la que pertenezca, recibe la misma cantidad de fondos para impresión de votos; con lo cual la mesa está servida para la aparición de un sinnúmero de listas en fuerzas o alianzas que carecen de representación popular y solamente buscan hacer un negocio electoral.

Así son las cosas, mientras vos pensás a quién votar, otros se frotan las manos porque van a ganar millones tomando mate en la casa. 

La visión del catucho

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