En unos pocos días el coronavirus destrozó por completo a una familia de la provincia de San Juan. Celina Rivas y su esposo Rodolfo Guevara murieron tras contagiarse la enfermedad sin poder poder conocer a Martina, su hija recién nacida.
Tanto la beba como sus tres hermanas, Tamara de 19 años, Juliana de 17 y Mía de 11, quedaron huérfanas de un solo golpe y al cuidado de sus abuelos. En medio del dolor, la mayor de las chicas habló sobre el difícil momento que atraviesan con el programa Paren las Rotativas de Canal 13 y lamentó que sus padres no conocieran a su última hija cuando “estaban muy contentos esperándola”.
De acuerdo al relato de Tamara, todo empezó semanas atrás cuando su mamá fue a un control con el obstetra en un centro de salud y se contagió el virus. Cursaba en ese momento el séptimo mes del embarazo y unos días después, empezó a sentirse mal y se manifestaron los primeros síntomas de Covid-19.
Celina fue llevada de urgencia al hospital, pero al llegar rompió bolsa y por cesárea dio a luz a su cuarta hija. No pudo, sin embargo, ni siquiera tenerla una vez en brazos porque tuvo que ser colocada en aislamiento. El cuadro no mejoró con el pasar de las horas, la intubaron y pese a todo unos días después murió.
Rodolfo, su marido, ya se había contagiado también. Los médicos le diagnosticaron una neumonía bilateral pero en su caso 48 horas bastaron para que sus pulmones colapsaran y murió en su casa. Tampoco pudo conocer a su hija recién nacida ni llegó a saber que Celina había muerto apenas un poco antes que él.
“Cuando perdés a una persona, es muy fuerte y no se lo deseo a nadie”, expresó la hija mayor de los Guevara. “No salíamos, nos cuidábamos mucho. Mi mamá solo iba a hacer las compras y a trabajar”, dijo. El dolor es mucho, pero también la entereza de Tamara: “Tengo que salir adelante por ellos y por mis hermanas”.