La Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas votó este miércoles por la eliminación de la marihuana medicinal de la lista de drogas más peligrosas del mundo, una decisión esperada desde hace mucho tiempo y que podría allanar el camino para una expansión de la investigación sobre la marihuana y su uso terapéutico.
La Comisión de Estupefacientes, que tiene su sede en Viena e incluye a 53 estados miembros, consideró una serie de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre ellas la de remover al cannabis de la Lista IV de la Convención única de las Naciones Unidas de 1961, donde se incluyó junto a sustancias como la heroína y la cocaína.
El objetivo de los tratados es tipificar medidas de control aplicables a nivel internacional con el fin de garantizar la disponibilidad de sustancias psicoactivas para fines médicos y científicos, y prevenir su desvío hacia canales ilegales, incluyendo también disposiciones generales sobre tráfico y consumo de sustancias psicoactivas.
Las convenciones de 1961 y 1971 clasifican las sustancias controladas en cuatro listas, de acuerdo a su valor terapéutico percibido y riesgo potencial de abuso. La de 1988 anexó dos tablas en las que se listan precursores, reactivos y disolventes que se utilizan con frecuencia en la fabricación ilícita de estupefacientes o sustancias psicotrópicas.
Este último tratado, además, reforzó significativamente la obligación de los países de imponer sanciones penales para combatir todos los aspectos de la producción ilícita, posesión y tráfico de sustancias psicoactivas.
Los expertos dicen que la votación no tendrá un impacto inmediato en la relajación de los controles internacionales, porque los gobiernos seguirán teniendo jurisdicción sobre cómo clasificar el cannabis. Muchos países, sin embargo, ven las convenciones mundiales como guía, y el reconocimiento de la ONU es una victoria simbólica para los defensores del cambio de políticas de drogas.
En Argentina, el Gobierno nacional oficializó a mediados de diciembre por decreto la reglamentación de la ley de “Investigación Médica y Científica de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados” que permitirá el autocultivo de Cannabis y la venta en farmacias para uso medicinal.
En tanto, Jujuy se convirtió este miércoles en la primera provincia en producir aceite de cannabis para uso medicinal como resultado de su plan piloto sobre 35 hectáreas en terrenos de la finca El Pongo, en el sur del distrito.
El Laboratorio de Investigación, Desarrollo e Innovación de la empresa Cannava cuenta con una superficie de 218 metros cuadrados y fue construido sobre una estructura existente. Sus instalaciones cuentan con dos cámaras de secado, una de germinación, una sala de análisis y otra de extracción.
Los primeros lotes de aceite en producción serán sometidos a los controles de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), lo que durará entre tres y seis meses, y luego se podrá comenzar el proceso de envío a hospitales públicos y farmacias de la provincia y del país.