Otra empresa estatal y van…

Uno de los puntos más bajos de los últimos gobiernos peronistas fueron las empresas estatales, ese invento a mitad de camino entre la cosa pública y privada, que como tantas veces observamos, se alimenta de recursos públicos para eludir controles como un privado.

Fracasaron todas o casi todas. La mayoría estrepitosamente. Se convirtieron en chupasangre del Estado, en plataformas de negocios poco transparentes, y casi ninguna cumplió su función. Ninguna logró los objetivos.

Pero por alguna razón, se insiste en este modelo, curiosamente explotado cada vez que se acerca un período electoral. Ahora la aventura se inició en Tinogasta, donde se creó otra sapem más, la enésima, ésta llamada “Tinogasta Productiva Sociedad del Estado”.

Ahora es la municipalidad de Sebastián Nóblega la que apuesta a repetir el desastre que se hizo a nivel provincial.

Claro, no es que se les cayó una idea repetida. Más bien la copiaron, y tanto la copiaron que en el proyecto que presentaron se olvidaron de borrar algunos detalles del proyecto original, y tampoco se molestaron en leer, así que “Tinogasta Productiva…” figura en su propio proyecto de creación como “AICAT”.

Como todas estas empresas, se fijó que durará 99 años y que no puede quebrar, y claro, que va a fortalecer el sector productivo municipal; industrializar productos agropecuarios; financiar la producción, la industrialización o la comercialización de productos agropecuarios industrializados o no de producción propia o de terceros; administrar la producción, industrialización, comercialización de productos agropecuarios por cuenta de terceros; desarrollar los polos productivos en el municipio; entre otros.

Una maravilla más, como los PRUDUCAT, AICAT, CATAMARCA RTV y tantas otras que comen y comen recursos oficiales.

El directorio lo nombrará el municipio y sus movimientos estarán controlados severamente por síndicos… que también nombrará el municipio. Una calesita de decisiones, que entre vuelta y vuelta podrá llevarse dinero público. Pero ojo, todos tendrán que someterse al control de una comisión… si, que nombrará el municipio.

Copiar el éxito ya es bastante mediocre… copiar fracasos es casi inexplicable. A menos que en el camino alguien saque jugosas ganancias. Quizás esas empresas estatales que a la vista de todos fracasaron, a los fines de algunos particulares fueron un éxito.

Veremos, veremos, luego lo sabremos.

El Catucho.

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