Polémica en EE.UU.: Trump ofrece US$3000 y pasaje aéreo a inmigrantes que se autodeporten

El gobierno de Estados Unidos anunció un nuevo incentivo económico para inmigrantes indocumentados que decidan abandonar voluntariamente el país antes del 31 de diciembre. La medida, impulsada por la administración de Donald Trump, contempla el pago de hasta 3000 dólares y la cobertura del pasaje aéreo de regreso al país de origen.

El anuncio fue realizado este lunes por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Su titular, Kristi Noem, explicó que se trata de un “bono de salida” especial por las fiestas de fin de año, que estará vigente únicamente hasta fin de diciembre. “Si desean regresar voluntariamente a su país de origen y se encuentran ilegalmente en los EE.UU., les daremos 3000 dólares durante las fiestas para que puedan regresar a casa. Les compraremos el boleto de avión”, afirmó en declaraciones a Fox News.

Según precisó la funcionaria, el beneficio alcanza tanto a personas que no hayan sido detenidas por las autoridades migratorias como a aquellas que se encuentren bajo custodia, siempre que no tengan cargos penales en su contra. “Levanten la mano. Los ayudaremos a regresar a casa”, sostuvo.

La iniciativa amplía un programa anunciado en mayo pasado, cuando el gobierno estadounidense ofrecía un estipendio de 1000 dólares y el pasaje de avión a quienes optaran por la salida voluntaria. En esta ocasión, el monto se triplicó como incentivo temporal.

“Les facilitaremos el proceso y quizás tengan la oportunidad de regresar a este país de la manera correcta algún día. Si esperan a que los interceptemos, los detengamos y los deportemos, nunca tendrán la oportunidad de regresar”, advirtió Noem.

Desde el DHS instaron a los interesados a utilizar la aplicación oficial CBP Home para iniciar el trámite de autodeportación. “Nos aseguraremos de que lleguen a casa a tiempo para Navidad”, aseguró la secretaria.

En un comunicado oficial, el organismo informó que desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero pasado, cerca de 1,9 millones de inmigrantes indocumentados eligieron la deportación voluntaria, decenas de miles de ellos a través de la aplicación oficial.

La medida se enmarca en el endurecimiento de la política migratoria del gobierno republicano, que busca cumplir la promesa de campaña de llevar adelante la mayor campaña de deportaciones en la historia del país. Sin embargo, las redadas y arrestos masivos contra inmigrantes irregulares generaron fuertes críticas por parte de sectores opositores y organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, que calificaron la iniciativa como coercitiva y discriminatoria.