Los precios de la carne vacuna encabezaron nuevamente la suba de alimentos en Argentina, con un incremento promedio del 8,2% en noviembre respecto a octubre, y una escalada interanual que supera el 72%, muy por encima de la inflación general del 31,4% en el mismo período, según datos oficiales y del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Este salto no se explica por un aumento sostenido del consumo interno, sino principalmente por factores de oferta: la escasez de hacienda para faena, presiones sobre los precios del novillito y del ternero, y cambios estructurales en el sector ganadero que limitan la disponibilidad de carne en los mostradores.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que el alza en el precio de la hacienda en pie —que comenzó a mediados de octubre— es el principal motor de los valores al consumidor, aunque en algunos casos todavía no se trasladó completamente por la intervención de intermediarios que buscan sostener su actividad.
Además, condiciones forrajeras favorables y la retención de animales por parte de los productores contribuyen a restringir la oferta, en un contexto marcado por la retracción del stock ganadero de los últimos años.
Expertos y actores del sector advierten que estos factores podrían seguir impulsando precios al alza en los próximos meses si no se normaliza la oferta de hacienda para faena, configurando una situación más estructural que coyuntural en el mercado de la carne vacuna.
