El Gobierno nacional formalizó la contratación de un préstamo por 300 millones de dólares con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), el brazo del Banco Mundial (BM), destinado a financiar un programa de transición de subsidios energéticos que ya se viene ejecutando desde 2023. La operación fue autorizada mediante un decreto firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, y fue publicada en el Boletín Oficial.
Este crédito ampliará los recursos del proyecto conocido como apoyo a la transición a un sector eléctrico sustentable, que previamente contaba con otro préstamo de 300 millones de dólares, elevando así a 600 millones el respaldo financiero total del programa. La iniciativa está orientada a fortalecer la gestión de los subsidios a la energía, con especial foco en los sectores de electricidad y gas, así como a promover mayor eficiencia y equidad en su aplicación.
Según el Banco Mundial, el financiamiento adicional será desembolsado en dólares con un plazo de amortización largo —entre 32 y 35 años— y contará con períodos de gracia de varios años y tasas variables. Parte de los fondos se destinarán a mejorar la capacidad institucional del país en materia de política energética, modernizar marcos regulatorios, diseñar esquemas tarifarios que incentiven inversiones y garantizar que la asistencia llegue efectivamente a los hogares más vulnerables.
Una pieza clave del programa es la mejora del Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE), que reclasifica a más de 1,2 millones de hogares, con el objetivo de que los beneficios estén mejor dirigidos según el nivel de ingresos de los usuarios de red y de quienes dependen del gas envasado. La intención es simplificar y armonizar los distintos esquemas de subsidios para hacerlos más eficientes y accesibles, reduciendo gastos innecesarios y promoviendo un uso más racional de la energía.





