Fuerte cruce en el Senado: Bullrich apuntó a Villarruel por la ausencia de Karina Milei

La sesión preparatoria del Senado dejó un fuerte cruce político entre la vicepresidenta Victoria Villarruel y la flamante senadora Patricia Bullrich, luego de que esta última intentara cuestionarla públicamente por las trabas puestas a la invitación de Karina Milei durante la ceremonia de jura. El clima de tensión coronó una jornada marcada por negociaciones fallidas, pases de factura y un trasfondo de rivalidades que vienen desde hace tiempo.

Karina Milei, ubicada en el palco central y acompañada por Diego Santilli, Manuel Adorni y Lule Menem, siguió toda la sesión sin perder de vista a Villarruel. El vínculo entre ambas está roto desde antes de la asunción presidencial y, durante dos años, la secretaria de Presidencia no tuvo un interlocutor propio dentro del Senado. El arribo de Bullrich al recinto —convertida en una aliada política directa de Karina— modificó ese escenario y fue recibido con un aplauso de pie por parte de la funcionaria.

La jornada había comenzado complicada para La Libertad Avanza. Tras horas de negociaciones, el oficialismo tuvo que admitir que no contaba con los votos para aprobar el pliego de la senadora electa Lorena Villaverde, acusada de tener vínculos con el narcotráfico. Bullrich no logró revertir la situación y su primera gran apuesta como figura fuerte en el Senado terminó en un traspié político: Villaverde no pudo jurar y el diploma volvió a comisión. La rionegrina incluso baraja la posibilidad de renunciar y regresar a la Cámara de Diputados.

Con el conflicto encauzado, el jefe del bloque peronista, José Mayans, acordó con Bullrich una jura sin sobresaltos. “No podemos estar cuatro horas peleándonos; están las familias”, le dijo el formoseño por teléfono. Bullrich aceptó: “Estoy de acuerdo, que sea en paz. Ya habrá tiempo para los alegatos”. Sin embargo, ese pacto duró poco.

Durante la sesión, Villaverde llegó a sentarse en una banca y saludó efusivamente a Bullrich, pero luego debió retirarse al confirmarse que no sería habilitada para jurar. El resto de los senadores lo hizo sin dificultades, incluidos Jorge Capitanich y Martín Soria, impugnados por Bullrich como respuesta política al caso Villaverde. En el peronismo admitieron que tuvieron que contener a Capitanich para evitar un discurso explosivo: “Dijo que le iba a decir ‘montonera’ y que era una chanta”.

Cuando todo parecía encaminarse hacia un cierre tranquilo, Bullrich pidió la palabra. Pese al acuerdo previo de no realizar intervenciones finales, la ex ministra buscó dirigirse directamente a Villarruel por la negativa a permitir que Karina Milei ingresara como invitada especial a su jura. Ese intento de cruce público encendió la tensión final en un recinto ya cargado de internas y rivalidades.