Un bebé de un año y cuatro meses murió este mediodía tras caer al hueco de un ascensor desde el noveno piso de un edificio del barrio porteño de Flores, ubicado en Avenida Avellaneda al 2400. El episodio ocurrió en circunstancias que aún se investigan y generó una fuerte conmoción entre los vecinos.
Según las primeras informaciones, el niño estaba dentro del ascensor junto a su familia. Se trata de un ascensor con puertas manuales, que no cuentan con cierre automático. De acuerdo al testimonio de las fuentes consultadas, al abrirse la puerta en el noveno piso, uno de los hermanos del pequeño habría accionado la hoja manual y el bebé se habría adelantado antes de que la cabina estuviera completamente detenida.
Aparentemente, en ese momento alguien llamó al ascensor desde planta baja, lo que habría provocado que la cabina descendiera mientras la puerta del noveno piso permanecía abierta. El bebé quedó expuesto al hueco y cayó al subsuelo, una caída de nueve pisos.
Personal del SAME trasladó al niño con vida, pero falleció poco después como consecuencia de las heridas. La familia fue asistida por profesionales de salud mental debido al estado de shock.
Bomberos de la Ciudad y efectivos policiales trabajan en el lugar y realizan las pericias para determinar cómo se produjo el accidente. De manera preliminar, los técnicos indicaron que el ascensor funcionaba correctamente y que las puertas cerraban bien en todos los pisos, aunque continúan las tareas para establecer la secuencia exacta del hecho.
El edificio tiene diez pisos y la familia vivía en el noveno. El caso quedó a disposición de la Justicia, que busca establecer si hubo fallas mecánicas, errores humanos o una combinación de factores que derivaron en la tragedia.





