Gobernadores del PJ le dan forma a su propio bloque para negociar el Presupuesto y las reformas con Milei

La rebelión de los gobernadores. Así podría titularse el último capítulo de la historia de resistencia de los mandatarios que son parte de Fuerza Patria. Rebelión contra el sistema interno del peronismo y rebelión contra la asfixia financiera por la que acusan al gobierno nacional. Hay un grito de bajos decibeles que empieza a subir su tono en un contexto de cambios inminentes.

La semana pasada los seis gobernadores de la coalición opositora, Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Melella (Tierra de Fuego), mantuvieron un encuentro que tuvo dos ejes claros de debate: el Presupuesto 2026 y la dinámica parlamentaria en el bloque de diputados nacionales.

“Fue un mar de lamentos”, graficó un dirigente cercano a uno de los gobernadores presentes, respecto al contenido de esa reunión. El motivo central es la falta de recursos y las deudas que mantiene la Casa Rosada con varias provincias, sobre todo con las que gobiernan peronistas. De los seis mandatarios, cuatro no fueron convocados por el Gobierno para discutir y empezar a negociar las reformas laboral, tributaria y fiscal.

“La deuda del gobierno nacional es variada” porque hay por “obras públicas y coparticipación no automática”, lista en la que ingresan pactos federales, leyes especiales y convenios firmados con administraciones pasadas. Y, además, hay trece provincias con una deuda de la caja previsional que es muy grande.

“La coparticipación no automática, en promedio, bajó un 80% al conjunto de las provincias”, se quejó la mano derecha de un gobernador peronista. La falta de recursos, sumado a la crisis económica nacional que ha atravesado a la mayor parte de las provincias en el último año, pone en agenda otro problema. Cómo se pagan los aguinaldos en diciembre. Una espina que empieza a pinchar la cabeza de muchos mandatarios.

Escueto y certero, otro mandatario aseguró: “La incógnita que varios tienen es si van a poder pagar. No hay demasiada holgura para hacerlo”. El sincericidio es el retrato de una realidad múltiple que empezará a ver la luz cuando se acerque el momento de abonar el medio aguinaldo de los empleados públicos. Para evitar esa situación, varios gobernadores están pidiendo fondos en las negociaciones del Presupuesto. Quieren evitar esa instancia de crisis y conflictividad.

En un puñado de gobiernos provinciales del peronismo advirtieron que “la coparticipación de noviembre, en términos nominales, es más baja que la de octubre”, lo que expone “el nivel de parate económico” que hay en varios sectores de la industria y el comercio. “Varios gobernadores avisaron que van a condicionar el apoyo al Presupuesto a cambio de recursos”, sostuvo uno de los mandatarios justicialistas.

En Balcarce 50 creen que no hay posibilidades de negociación con el cuarteto que integran Kicillof, Insfrán, Quintela y Melella, motivo por el cual han decidido marginarlos de cualquier convocatoria. No es la misma postura que tienen con Ziliotto y Zamora, hoy ubicados en una zona gris, donde son considerados dialoguistas. Ni aliados ni rivales acérrimos.

Movimientos para contener la fuga

Otro de los temas importantes que se trató en la reunión fue la necesidad de mantener unido el bloque de Fuerza Patria en la Cámara de Diputados. La salida de Javier Noguera, que pasó al bloque de tucumanos conducido por Osvaldo Jaldo, y la decisión del puntano Jorge “Gato” Fernández -diputado electo por la lista peronista – de no sumarse al bloque, plantearon un escenario de incertidumbre hacia adelante sobre la unidad parlamentaria.

Sus ausencias están vinculadas a dos factores: la autonomía para negociar con la Casa Rosada o los otros bloques parlamentarios, y la resistencia a la figura de Cristina Kirchner, que sigue teniendo injerencia en la dirección del bloque. Al portazo de esos dos legisladores, probablemente se sume la salida de los cuatro diputados catamarqueños que responden a Raúl Jalil.

La decisión no está tomada en un 100%, pero la intención es clara y consistente. Jalil no quiere que sus legisladores sigan en la órbita del bloque de Fuerza Patria, pero aún no decidió qué camino tomar. Tiene tres opciones en mente, pero se mantiene expectante. Con capacidad para negociar.

Una opción es armar su propio bloque en soledad, otra es constituir su bloque catamarqueño, pero incluirlo en un interbloque con Fuerza Patria, y una tercera opción es formar parte de un interbloque con los gobernadores de Salta, Misiones, Tucumán y Neuquén. “Estamos en conversaciones”, precisaron en el entorno del gobernador norteño.

En paralelo, el gobernador catamarqueño está negociando en Balcarce 50, a través del asesor Santiago Caputo, la presidencia de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD), que es una empresa interestatal que maneja temas mineros. El presidente es puesto por el Poder Ejecutivo y Jalil quiere que sea catamarqueño. El Gobierno intentó privatizarla durante el tratamiento de la Ley Bases, pero no lo logró. El tema siempre estuvo presente en las conversiones entre el gobierno catamarqueño y la Casa Rosada.

Lo que haga Jalil está en una sintonía distante a lo que hagan sus pares de Fuerza Patria. El mandatario norteño se mueve solo, lejos del bloque que se reunió la semana pasada y que tienen una relación tirante con Milei. Solo Zamora y Ziliotto fueron convocados por el Gobierno para conocer los pormenores del Presupuesto 2026 y las reformas de fondo que quiere tratar el Presidente.

El santiagueño Zamora, por ahora, deja saber que sus diputados continuarán en el bloque peronista en la Cámara baja. En cambio, haría un bloque propio en el Senado y, posteriormente, un interbloque, una figura que permite colorear las grietas internas y dar márgenes de autonomía respecto al poder de fuego que todavía tiene Cristina Kirchner en las decisiones parlamentarias.

En la reunión de gobernadores de Fuerza Patria todos manifestaron la intención de mantener la unidad del bloque. “No deberíamos meter más ruido al que ya provoca la interna de la provincia de Buenos Aires”, disparó uno de los gobernadores presentes en el encuentro.

Por estas horas en el peronismo existe la idea de que, a partir de diciembre, con el recambio de la Cámara, el bloque de Fuerza Patria tendrá “una dinámica distinta”, aunque se resignan a convivir en un esquema de “unidad con fisuras”. Algunos gobernadores quieren tener mayor diálogo con otras bancadas de diputados y alejarse de la postura más radical, que hasta aquí ha identificado al esquema parlamentario.

Las diferencias internas del bloque siempre existieron. De un lado el kirchnerismo, de otro el peronismo y en el medio el massismo. Un retrato de la coalición en la escala bonaerense. El resultado electoral en todo el país y el rechazo de gran parte del electorado, obliga al peronismo a reconstruir su estrategia política. Decir a todo que no, es una estrategia que está en jaque.

Cada gobernador quiere tener su juego y pretenden no quedar atados a la lógica del kirchnerismo. Por eso se evalúa la posibilidad de armar algunos bloques provinciales, mantenerlos bajo el formato de interbloque junto a Fuerza Patria, y lograr así mantener la unidad pero, al mismo tiempo, tener independencia en algunas negociaciones que afectan directamente los intereses de alguna provincia.

Una parte de los gobernadores y algunos referentes importantes del peronismo apuestan a encontrar el fino equilibrio entre la oposición confrontativa y la oposición dura pero con margen de negociación. Hay una búsqueda de hacerle algunas reformas a la identidad peronista. Tallar el rostro para poder empezar a mostrar cambios inmediatos.