Celeste González Guerrero, una de las detenidas por el triple femicidio ocurrido en Florencio Varela, brindó una declaración clave ante la Justicia y aportó detalles estremecedores sobre cómo habrían sido asesinadas Morena Verdi (20), Brenda del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15).
Según su testimonio ante el fiscal Carlos Arribas, González aseguró que su pareja, Miguel Villanueva Silva, también detenido, le confesó haber sido el autor material de los crímenes. Relató que primero mató a Brenda, luego a Morena y finalmente a Lara, y mencionó incluso que una de las víctimas habría sido mutilada, al punto de que un perro podría haber ingerido parte de los restos.
La mujer señaló que los asesinatos estarían vinculados al robo de 30 kilos de cocaína y que por los homicidios se habría pagado una suma cercana a un millón de dólares. En su declaración, sindicó como principal responsable a Víctor Lázaro Sotacuro, alias “Duro”, a quien describió como el cabecilla de la banda.
Además, mencionó a Julio “Pequeño J”, actualmente con prisión preventiva en Perú con fines de extradición a la Argentina, como uno de los líderes del grupo narco. También implicó a Matías Ozorio, quien habría sido el encargado de cavar el pozo donde luego fueron enterrados los cuerpos de las tres jóvenes.
González reconoció que tanto ella como Villanueva formaban parte de esta organización criminal dedicada al tráfico de drogas. Dijo que ambos se encargaban de la venta de envoltorios de cocaína valuados en $10.000 cada uno, y que Ozorio era quien realizaba las entregas del material ilícito.
Otro dato relevante de su declaración fue la mención del uso de Zangi, una aplicación de mensajería poco conocida pero frecuentemente utilizada por redes criminales por su alto nivel de privacidad. La app permite registrarse sin asociar un número telefónico ni correo electrónico y almacena los datos únicamente en los dispositivos de los usuarios, lo que dificulta el rastreo por parte de las autoridades.
La Justicia continúa analizando la declaración de González, considerada una pieza central en la reconstrucción del triple crimen que conmocionó a Florencio Varela y que, de confirmarse los vínculos narcos, podría exponer el funcionamiento de una red de tráfico de drogas con ramificaciones internacionales.





