La Justicia, una piedra en el zapato de la campaña provincial

Cuatro semanas nos separan de las elecciones del 26 de octubre, y todo está más o menos bajo control para el oficialismo provincial. La oposición dividida, la tradicional batería de actos, obras e inauguraciones para mostrarse y la gente con la vista enfocada en Milei, hacían presumir una campaña bastante tranquila.

Pero asoma una piedra en el zapato y viene del lado de la justicia. No por la catarata de causas irresueltas, incluyendo los temas de Bacchiani y las demás financieras, que tres años después siguen en el freezer.

Hay otro tema más grave, y es el crimen del sindicalista y ex ministro Juan Carlos Rojas, que podría volver al centro de la escena.

Se dice que en estos días se va a dar a conocer la lista de testigos convocados, y ahí ya estarían confirmados varios personajes del riñón del propio gobierno, incluyendo exministros y gente muy cercana.

Se sabe que después de tanta cortina de humo, la hipótesis más firme es que el crimen de Rojitas se originó en los desmanejos de Desarrollo Social, con negociados que incluían expedientes que el gastronómico no habría querido firmar, y varios millones desaparecidos en el camino.

Que la Justicia mueva ese tema es una pesadilla para el Gobierno, porque más de uno tendría que salir a dar explicaciones por lo que hizo y por lo que no hizo, incluyendo el circo de haber anunciado una “muerte natural” cuando al pobre hombre lo masacraron a golpes.

Se asegura que en estas horas arden los teléfonos para impedir que el tema se agilice justo ahora, y que el pedido es que se espere un mes más, para que las ollas sigan tapas hasta después de las elecciones.

Todo es posible, pero en esta época de jury contra jury, donde todos están esperando que alguien de un mal paso para crucificarlo en público, son pocos los que quieren correr riesgos y quedar expuestos.

La cadena de favores entre Justicia y Gobierno sería muy evidente, y hay que ver si alguien está dispuesto a prenderse fuego para salvar una campaña.

Los más optimistas dicen que esto no va a afectar mucho y que ya pasaron muchas elecciones sin que este tema alterara las votaciones, pero otros no quieren correr el riesgo.

El catucho