Caputo bajo presión: el mercado reclama definiciones cambiarias y alerta por el fantasma del default

El reloj político y financiero se acelera para Luis Caputo. Con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina, cada rueda cambiaria se convierte en un nuevo frente de batalla: el Banco Central pierde reservas a un ritmo preocupante, los bonos soberanos retroceden a mínimos de gestión y el riesgo país escala sin freno.

En medio de ese escenario, el ministro de Economía intentó transmitir calma. En una reciente aparición pública, aseguró que el Gobierno trabaja para garantizar los vencimientos de deuda previstos en enero y julio de 2026. “Hace meses que preparamos los pagos, no habrá default”, prometió, aunque al mismo tiempo ratificó que venderán todos los dólares necesarios para defender el sistema de bandas cambiarias.

El mercado, sin embargo, se muestra escéptico. Solo en la última rueda se sacrificaron u$s678 millones, y en tres jornadas consecutivas ya se acumularon ventas por más de u$s1.100 millones. Proyecciones privadas advierten que, de mantenerse esta dinámica, podrían perderse entre u$s4.000 y u$s5.000 millones antes de los comicios.

Por eso, distintas consultoras analizan alternativas. Desde la firma 1816 plantean tres posibles escenarios poselectorales: mantener un esquema de flotación sin bandas —el favorito del FMI—, aplicar un salto discreto con tipo de cambio fijo o, en última instancia, reinstaurar el cepo, una opción considerada poco probable pero no descartada.

El trasfondo es claro: los compromisos de deuda pesan. En 2026 se concentran vencimientos claves por más de u$s8.000 millones y, hacia 2027, el cálculo asciende a u$s34.200 millones entre el Tesoro y el Banco Central. Según estimaciones de Grupo IEB, la probabilidad de que el Gobierno termine el mandato sin un episodio de default se reduce al 40%.