
Israel reafirmó este domingo su decisión de continuar la ofensiva militar sobre la Franja de Gaza, a pesar del creciente número de muertes por hambruna y de las advertencias internacionales sobre el deterioro de la crisis humanitaria en el enclave.
De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, en las últimas 24 horas se registraron al menos ocho fallecimientos por inanición, incluido un niño. Con estas nuevas víctimas, la cifra de muertes por hambre desde marzo asciende a 281, de las cuales 114 corresponden a menores.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) seguirán actuando “con toda su fuerza” para derrotar a Hamás, garantizar la liberación de los rehenes y “poner fin a la guerra bajo las condiciones establecidas por Israel”. Katz advirtió que la ciudad de Gaza podría ser arrasada si la organización islamista no acepta esas condiciones.
El Ejército israelí informó que expandió su ofensiva en la zona de Jabalia, al norte del territorio, con operaciones tanto en superficie como en túneles, que incluyen la eliminación de combatientes y el desmantelamiento de infraestructura considerada “terrorista”. Según el comunicado castrense, el avance busca impedir el reagrupamiento de milicianos y consolidar el control operativo en distintas áreas.
En paralelo, las autoridades sanitarias gazatíes denunciaron que los ataques aéreos y los enfrentamientos terrestres ya han causado la muerte de más de 62.000 personas desde el inicio de la ofensiva en octubre de 2023.