La provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste de Pakistán, atraviesa una de las peores catástrofes climáticas de los últimos años. Según informó la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), en las últimas 48 horas perdieron la vida 307 personas y decenas resultaron heridas a causa de las intensas lluvias que azotan la región.
El informe del organismo detalló que el 90,6 % de las muertes fueron consecuencia de inundaciones repentinas, mientras que el 6,4 % correspondió a derrumbes de techos provocados por la fuerza de las precipitaciones.
Las tormentas y descargas eléctricas han afectado gravemente a 11 distritos de la provincia, donde se registran personas desaparecidas, comunidades aisladas y una gran destrucción de viviendas e infraestructuras. “Los equipos de rescate trabajan contrarreloj para auxiliar a los heridos y recuperar cuerpos de entre los escombros”, señaló Bilal Faizi, portavoz del servicio estatal de rescate 1122 KP, en declaraciones a la agencia de noticias Xinhua.
La NDMA advirtió además que la situación sigue siendo crítica y que el saldo mortal continúa en aumento.