La actividad industrial comenzó a mostrar signos de recuperación en junio, aunque todavía se encuentra lejos de los niveles alcanzados en años anteriores. Así lo informó la Unión Industrial Argentina (UIA), que destacó una suba del 12% respecto al mismo mes del año pasado y una mejora del 1% en la comparación con mayo.
De acuerdo con el último informe del Centro de Estudios de la entidad (CEU), la industria recuperó en junio el nivel promedio de producción que tenía en noviembre de 2023. Sin embargo, aún se ubica un 11% por debajo del registro de junio del año pasado. La UIA explicó que el crecimiento reciente está influido en parte por la baja base de comparación, ya que el mismo período de 2023 estuvo marcado por una fuerte retracción del consumo y una política de ajuste fiscal.
El repunte no fue homogéneo: algunos sectores mostraron mejoras moderadas, mientras otros siguieron en caída. Entre los indicadores positivos, se destacó el incremento mensual en la molienda y un alza del 4,9% en los despachos de cemento. Aun así, este último rubro sigue 20% por debajo del nivel de junio del año pasado.
En contraste, la industria automotriz retrocedió un 10,9% mensual, afectada por dos días menos de actividad. También se registraron caídas en la venta de maquinaria industrial, con una baja de patentamientos del 27%, y en el consumo de bebidas, que se redujo un 12%. La demanda eléctrica de grandes usuarios industriales cayó 1,2% frente a mayo y 9,6% en términos interanuales.
A nivel interanual, la mayoría de los indicadores industriales continúan en terreno negativo: cemento (-24,7%), autos (-19,9%), bebidas (-18%), maquinaria (-9,9%) e importaciones desde Brasil (-17%). Las excepciones fueron las exportaciones hacia Brasil, que subieron 18,5%, y las liquidaciones del sector agroindustrial, con un fuerte repunte del 134%.
El informe también indicó que durante el primer semestre del año aumentaron las importaciones de bienes de consumo, que totalizaron 5.268 millones de dólares, un 32% más que en el mismo período de 2023. A su vez, las compras por courier subieron 42%, impulsadas por el mayor uso del comercio electrónico y por una flexibilización en las normas de ingreso de productos.