Este viernes, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, denunció una persecución política tras el desplazamiento de 24 efectivos de la Policía Bonaerense, acusados de mantener vínculos con el excomisario y actual candidato a diputado bonaerense por La Libertad Avanza, Maximiliano Bondarenko.
En una conferencia de prensa realizada junto a Bondarenko y al presidente del partido en la provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja, Bullrich cuestionó con dureza la decisión del gobierno de Axel Kicillof y calificó la medida como “totalmente injustificada”.
“A los policías los echaron por compartir una comida de camaradería”, aseguró la ministra, quien además reveló que existe “una relación de familia” entre Bondarenko y algunos de los desplazados, ya que “son ambos padrinos de sus hijos”. También apuntó directamente contra el gobernador al llamarlo “un inútil, que odia a la policía y está del lado de los delincuentes”.
Por su parte, Bondarenko sostuvo que los desplazamientos forman parte de una “cacería de brujas” impulsada desde el oficialismo bonaerense. Negó las acusaciones y defendió el vínculo entre los efectivos: “La policía de la provincia es una familia. Como todos, nos juntamos y comemos un asado”. Además, recordó antecedentes similares: “Ya hubo despidos cuando los policías reclamaron por sus sueldos. Lo peor que nos puede pasar es que nos denigren después de años de legajos intachables”.
El presidente del partido en la provincia, Sebastián Pareja, también se expresó sobre el hecho y lo consideró de “una gravedad altísima”. En su defensa de Bondarenko, sostuvo que “ni siquiera sabía que iba a ser candidato cuando fue a comer ese asado”.
Desde el gobierno bonaerense, el ministro de Seguridad Javier Alonso respondió a las críticas y fue tajante: “No se puede politizar la policía”. Remarcó que “la ley prohíbe que un candidato lidere a altos oficiales de la Policía Bonaerense” y cuestionó la postura de Bullrich: “No entiendo que apruebe eso. Me parece que está confundida”.