Día Internacional del Orgullo: el levantamiento que transformó la lucha LGBTQIA+ en un movimiento global

Cada 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo, una fecha clave para las comunidades LGBTQIA+ de todo el mundo. El origen se remonta a 1969, cuando en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, una redada policial en el bar Stonewall Inn —frecuentado por personas homosexuales, trans, drag queens y otras identidades disidentes— desencadenó una revuelta espontánea que se prolongó durante varios días.

Aquella madrugada marcó un antes y un después. Por primera vez, el colectivo LGBTQIA+ no se replegó ante la violencia institucional y respondió con fuerza. Lo que comenzó como una defensa improvisada terminó transformándose en el motor de un movimiento de alcance mundial. A partir de 1970, comenzaron a organizarse marchas en ciudades como Nueva York y Los Ángeles, que con los años se multiplicaron en todo el planeta.

La revuelta de Stonewall no sólo rompió el silencio impuesto durante décadas, sino que también inauguró un camino de militancia, visibilidad y reclamos por igualdad legal, reconocimiento y dignidad. Su impacto sigue vigente, tanto en las conquistas alcanzadas como en los desafíos que aún persisten en muchos países.

En Argentina, el legado de Stonewall se sintió fuerte a partir de 1992, año en que se realizó la primera Marcha del Orgullo en Buenos Aires. Desde entonces, la manifestación se celebra cada mes de noviembre, en conmemoración de la fundación de Nuestro Mundo, el primer grupo de diversidad sexual del país. Con los años, la marcha creció en convocatoria y se convirtió en una expresión masiva de orgullo, memoria y reclamo de derechos.