Las tropas rusas intensificaron su ofensiva en el este y noreste de Ucrania, con nuevas conquistas territoriales y un importante despliegue militar en la región fronteriza de Sumi. El Ministerio de Defensa de Rusia anunció este domingo la captura del pueblo de Vodolagui, ubicado en la región de Sumi, así como la toma de Novopil, en el este del país, dentro de la convulsionada zona de Donetsk.
Estas acciones forman parte de una escalada bélica que, según Kiev, tiene como objetivo abrir un nuevo frente en el noreste del país. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Sirski, detalló que el ejército ruso ha concentrado sus principales ataques en las direcciones de Pokrovsk, Toretsk, Limán, Novopavlivka y las regiones limítrofes con la Federación Rusa, en Sumi. También alertó sobre una intensificación de las ofensivas en Zaporiyia, una zona estratégica en el sureste donde Moscú continúa presionando con maniobras ofensivas activas.
En medio del aumento de la tensión, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski advirtió que más de 50.000 soldados rusos están posicionados en las inmediaciones de la región de Sumi. El mandatario denunció que el objetivo de Moscú sería establecer una “zona de amortiguamiento” en la frontera, lo que incrementa el temor a una ofensiva de gran escala.
Ante este escenario, la administración regional de Sumi ordenó la evacuación obligatoria de 11 pueblos cercanos a la frontera, y ya son 213 las localidades de la región que recibieron instrucciones de evacuación. Las autoridades locales trabajan contrarreloj para poner a salvo a los residentes mientras continúa el avance de las fuerzas rusas, que ya controlan aproximadamente el 20% del territorio ucraniano.