Rusia proclamó este sábado la completa liberación de la región de Kursk, situada en la frontera con Ucrania, tras más de ocho meses de ocupación parcial por parte del Ejército ucraniano. La operación, que se intensificó en los últimos meses, permitió recuperar el control sobre la última localidad ocupada, la aldea Gornal, según lo informado por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Guerásimov, durante una videoconferencia con el presidente Vladimir Putin.
“Hoy hemos liberado la última localidad de la región de Kursk, la aldea Gornal, de las unidades ucranianas”, afirmó Guerásimov. Durante la videoconferencia, también resaltó la importante participación de los militares de la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), quienes, en virtud del Tratado de Asociación Estratégica entre ambos países, colaboraron decisivamente en la ofensiva que llevó al ejército ruso a recuperar el territorio fronterizo.
La operación ha tenido un costo considerable, y el general Guerásimov señaló que las bajas sufridas por las tropas ucranianas ascienden a más de 76,000 militares, entre muertos y heridos. La evacuación de decenas de miles de personas que vivían en las zonas afectadas por el conflicto también fue necesaria, dado que las fronteras rusas quedaron expuestas durante la ofensiva ucraniana.
El presidente Putin felicitó a las fuerzas rusas y a sus aliados por el éxito de la operación, señalando que la derrota del Ejército ucraniano en la región de Kursk marca el fracaso total de las acciones militares de Kiev en la zona. “La victoria en Kursk sienta las bases para acciones exitosas en otros frentes y acerca la derrota del régimen de Kiev”, agregó el líder ruso, quien continúa utilizando el término “régimen neonazi” para referirse al gobierno ucraniano.
Por su parte, Ucrania ha rechazado las afirmaciones de Moscú, asegurando que sus fuerzas aún mantienen el control sobre varias áreas de Kursk y que los combates siguen en curso. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania destacó que no existe riesgo de que sus tropas sean rodeadas en la región.
El conflicto en la región de Kursk, junto con otras áreas de la frontera entre Rusia y Ucrania, sigue siendo un punto clave en la guerra en curso, y la situación continúa evolucionando con cada nuevo informe de las fuerzas enfrentadas.