Las ventas minoristas de las pymes subieron un 10,5% interanual en marzo, medidas a precios constantes. Si bien el dato marca una mejora, todavía no alcanza a compensar las fuertes caídas del año pasado: solo en marzo de 2023, las ventas se habían desplomado un -12,6%, y el acumulado del primer trimestre arrojaba un descenso del -22,1%.
El comportamiento del consumo mostró diferencias entre rubros: mientras algunos sectores no esenciales siguen débiles, otros estacionales lograron cierto impulso gracias al inicio del ciclo lectivo y a estrategias comerciales como cuotas sin interés, descuentos y ofertas. A nivel mensual, desestacionalizado, se registró un incremento marginal del +0,1%, lo que lleva a un acumulado del +19,4% en lo que va del año.
Entre los rubros relevados, todos mostraron subas interanuales en marzo. El mayor crecimiento fue para Perfumería (+23,6%), seguida de Farmacia (+16,8%) y Alimentos y Bebidas (+13,7%), este último con un destacado acumulado trimestral de +25,3%.
Pese a las cifras positivas, los comercios atraviesan un escenario desafiante: los aumentos en alquileres, impuestos y costos operativos, sumados a la baja liquidez y la competencia informal o externa, siguen afectando la rentabilidad. Muchos comerciantes reportaron una mejora en las ventas, aunque no al nivel esperado para esta época del año.
Las estrategias que combinan precios competitivos, variedad de productos y medios de pago financiados se volvieron fundamentales para sostener la actividad. En especial, los locales que supieron adaptarse al contexto lograron mantener su clientela, a pesar de las limitaciones de la demanda.
De cara a los próximos meses, las expectativas son moderadamente optimistas. La mayoría de los comerciantes espera una mejora en la situación económica, aunque se mantiene la cautela. La estabilidad de precios, nuevas promociones y una posible reactivación del consumo aparecen como factores clave para consolidar la recuperación del sector pyme.