Cada 2 de abril, Argentina conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, en reconocimiento a los soldados que combatieron en el conflicto de 1982. Esta fecha recuerda el desembarco de las tropas argentinas en el archipiélago con el objetivo de recuperar la soberanía sobre las islas, ocupadas por el Reino Unido desde 1833. La guerra duró 74 días y dejó un saldo de 649 argentinos fallecidos, además de cientos de veteranos que aún sufren las consecuencias del enfrentamiento.
El conflicto comenzó el 2 de abril de 1982, cuando las Fuerzas Armadas argentinas lograron tomar Puerto Argentino (Port Stanley para los británicos) y establecieron su control sobre el territorio. Sin embargo, el gobierno del Reino Unido, bajo el mando de la primera ministra Margaret Thatcher, respondió con el envío de una flota militar para recuperar las islas. La guerra tuvo episodios trágicos, como el hundimiento del crucero ARA General Belgrano el 2 de mayo, en el que murieron 323 tripulantes argentinos, y la posterior contraofensiva británica que culminó con la rendición argentina el 14 de junio de ese mismo año.
Más allá del desenlace del conflicto, la fecha es un símbolo de memoria y reconocimiento a los combatientes, muchos de los cuales eran jóvenes de entre 18 y 20 años. Se estima que más de 500 excombatientes se quitaron la vida en los años posteriores a la guerra, víctimas del estrés postraumático y la falta de contención adecuada tras su regreso al país.
Desde 1983, cada 2 de abril se realizan actos conmemorativos en todo el país, donde se honra la valentía de los veteranos y se mantiene vivo el reclamo por la soberanía argentina sobre las Malvinas. En el año 2000, la jornada fue oficializada como feriado nacional inamovible, con el propósito de recordar a quienes lucharon por la patria y reivindicar su sacrificio. A lo largo de los años, monumentos, museos y plazas han sido testigos de innumerables homenajes a quienes protagonizaron una de las páginas más dolorosas de la historia argentina.
Hoy, a 42 años del inicio de la guerra, la lucha por la memoria y el reconocimiento de los veteranos continúa. En cada rincón del país, se mantiene encendida la llama del recuerdo y la convicción de que la soberanía sobre las Malvinas sigue siendo una causa irrenunciable para todos los argentinos.