Tras la expulsión de Edgardo Kueider, en el Senado, Victoria Villarruel propuso debatir las dietas de los funcionarios; sin embargo, no hubo respuesta para incluir el tópico en el temario.
Como consecuencias, los sueldos de los senadores treparán a $9,5 millones a partir del 1 de enero tras la ley de enganche. Ante este panorama, la vicepresidenta puso presión a los legisladores al advertir que deben “estar a la altura de las circunstancias” y, por tanto, “las dietas deben estar congeladas”.
En los próximos días podría haber alguna definición desde el punto de vista administrativo, porque el recinto permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. Aún no se convocaron las sesiones extraordinarias. Por lo tanto, los senadores no podrán votar una nueva resolución.
Victoria Villarruel podría firmar un decreto del Senado, a referéndum de la posterior sanción de la Cámara para cuando se reinicie la actividad, congelando las dietas y extendiendo la resolución que aprobaron el 22 de agosto, por la cual se mantiene el desenganche con los ingresos de los trabajadores.
Para ello necesitaría un acompañamiento de los presidentes de los bloques. Sin solicitud de los legisladores, Villarruel no firmaría ninguna determinación.