El presidente Javier Milei ha propuesto redirigir los fondos destinados a los partidos políticos hacia las universidades nacionales, una medida que la oposición, incluidos algunos sectores aliados, rechaza firmemente. Al mismo tiempo, Milei impulsa la suspensión de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), con un respaldo que, según una encuesta de Opinaia, supera el 70% en la opinión pública.
Contexto clave: Milei reafirmó que su iniciativa para desviar los fondos de los partidos hacia la educación universitaria proviene directamente de la Casa Rosada, lo que ha provocado una dura reacción de la oposición. Tanto el PRO como otros sectores advierten sobre el impacto negativo que estos cambios podrían tener en el financiamiento universitario y el sistema electoral. A través de sus redes, el presidente ha enfatizado el respaldo popular para eliminar las PASO y reducir el financiamiento público a los partidos.
Por qué es importante: Este debate trae a primer plano cuestiones sobre el uso de fondos públicos y el futuro de la estructura electoral de Argentina, en medio de un período de reformas propuestas por el gobierno.
La iniciativa podría afectar el financiamiento de los partidos para las próximas elecciones y refleja la tensión creciente entre el Ejecutivo y una oposición que considera perjudicial la eliminación de las PASO. En redes sociales, el respaldo a estas propuestas es significativo, de acuerdo con encuestas recientes.
Milei ha insistido en que redirigir los fondos públicos de los partidos a las universidades no es una simple propuesta, sino parte de una política prioritaria de su administración. La oposición, sin embargo, ha mostrado su rechazo a la modificación de partidas presupuestarias y sigue firme en su defensa de las PASO, argumentando que el rechazo a las primarias aún no es suficiente para justificar un cambio estructural en el sistema electoral.
La resistencia proviene de varios sectores. Tanto el kirchnerismo como el radicalismo, el PRO y partidos provinciales han expresado que no aceptarán cambios en el financiamiento ni en la organización de las elecciones. “Jugada maestra del gobierno: ofrece sacarles plata a los partidos políticos para darles a las universidades”, publicó el presidente en sus redes sociales, reiterando su postura.
Los miembros del PRO fueron los primeros en oponerse cuando la propuesta de desviar más de 60 mil millones de pesos a las universidades empezó a circular. En una reunión entre Martín Menem y líderes del bloque, el partido no solo cuestionó la medida, sino también la falta de comunicación previa. “¿Para qué hacemos reuniones de coordinación los lunes?”, criticó un dirigente.
En el PRO también señalan que la cantidad destinada a los partidos es insuficiente para cubrir las necesidades de las universidades, que requieren un financiamiento adicional estimado en más de 300 millones de dólares para funcionar. “Buscan embarrar la cancha más que encontrar soluciones”, expresó una fuente del partido.
En tanto, la UCR y Encuentro Federal se oponen a cualquier cambio que afecte el financiamiento partidario o las PASO, señalando que cualquier modificación debe pasar por el Congreso y contar con mayoría especial para respetar la legislación electoral. La aprobación de la Boleta Única de Papel (BUP) fue, según ellos, el único cambio necesario para mejorar la transparencia.
La Casa Rosada también explora la posibilidad de sumar el respaldo de gobernadores en el Congreso para avanzar con la eliminación de las PASO, aunque considera como alternativa la propuesta de María Eugenia Vidal para que las primarias sean abiertas y simultáneas, pero no obligatorias.
Desde el oficialismo, Javier Lanari, subsecretario de Prensa, reflejó el sentir de parte del gobierno al declarar: “La gran mayoría de la gente pide motosierra a los partidos políticos y a las PASO”, un mensaje que compartió Milei en sus redes, reforzando así su postura frente a una oposición cada vez más firme.