La creciente amenaza de Trump contra los periodistas

“¡Ustedes son los próximos, esto es culpa suya!”, “¡Fake news!”. Así relató Sofía Cai de Axios los aterradores momentos vividos junto a Alayna Treene de CNN el 13 de julio en Pensilvania, donde Trump fue herido de bala en la oreja. Ambas buscaron refugio debajo de las sillas y fueron rescatadas por guardias de seguridad.

James Pindell, de The Boston Globe, también fue blanco de amenazas y decidió ocultar sus credenciales para escapar de la turba. “Son el enemigo del pueblo”, insistió Trump en un acto en septiembre en Johnstown, celebrando a un hombre que irrumpió violentamente en la zona de prensa.

Las palabras importan, y más cuando vienen de figuras de poder. Oliver Darcy, excolumnista de CNN, advirtió que las próximas elecciones en EE.UU. son la mayor amenaza para la prensa en décadas. Trump ha dejado claro que, si regresa al poder, será aún más agresivo con los medios, llegando incluso a encarcelar periodistas para que revelen sus fuentes.

Un reciente informe del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) señala que los ataques a periodistas en EE.UU. han aumentado un 50%. Katherine Jacobsen, autora del informe, afirmó: “Teníamos esperanzas de que la situación mejorara bajo Biden, pero no fue así”. Además, el informe destaca que esta hostilidad contra la prensa ha cruzado fronteras, envalentonando a líderes en otros países.

“Es una olla a presión sin precedentes”, coincide Bruce Shapiro, director del Centro Dart para Periodismo y Trauma de la Universidad de Columbia.