El PJ de Catamarca cometió un error garrafal al salir con un comunicado a condenar a Fernanda Ávila por estar ausente en la sesión que intentaba voltear el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Porque no tuvo en cuenta que en ese momento a Fernanda Ávila tenía otros problemas más graves, como que su padre estaba muriendo y por eso no asistió al Congreso.
Desesperados por chuparle las medias a Cristina Kirchner, armaron un comunicado para mandárselo a Cristina, y ella se subió a la moto y lanzó otro comunicado, aprovechando para destrozar a Ávila diciendo que 98 de 99 habían sido leales y ella tuvo una actitud de porquería indigna de un peronista. De paso cañazo lo destrozó a Raúl Jalil.
El fanatismo kirchnerista, cebado y enceguecido, terminó disparando munición gruesa de Cristina contra Jalil, en un mensaje desquiciado que encima fue retuiteado por Lucía Corpacci, presidenta del fans club de Cristina y también presidenta del PJ.
Osea que la presidenta del PJ liquidó al vicepresidente del PJ y gobernador, públicamente y para todo el país, sin que nadie se tomara el trabajo de preguntar por qué había faltado Avila en realidad.
El PJ Catamarca de Corpacci ejecutó en plaza pública a Fernanda Ávila por su ausencia en la sesión del presupuesto universitario, y ni siquiera tuvo en cuenta que Lucía Corpacci también estuvo ausente en la sesión por el presupuesto universitario.
Un papelón gigante, de esos en que alguien se embarra solo hasta el cuello, algo que no pasa ni en una pelea por el control de un centro vecinal y que le vino a pasar a una persona que fue diputada nacional, dos veces gobernadora, es senadora, presidenta del partido y vicepresidenta del partido a nivel nacional.
Lo radicales comen pochoclos viendo como el peronismo se despedaza solo. Y el show recién empieza, porque el Gobierno le va a pasar la factura a Corpacci por este escándalo.
El catucho