El Gobierno ratificó este miércoles que vetará la ley de financiamiento universitario, que ya tiene media sanción de Diputados y la semana próxima podría obtener la aprobación definitiva por parte del Senado. “Si se convierte en ley, vendrá otro veto”, confirmó el jefe de Gabinete Guillermo Francos.
Entrevistado por TN, el ministro coordinador explicó: “No vamos a aprobar ninguna norma que implique un gasto que nos lleve a un déficit fiscal. La política fundamental del Gobierno es el equilibrio de las cuentas públicas porque consideramos que la inflación es la causante de todos los problemas que ha tenido la Argentina en términos económicos”.
En esa línea, dijo que el presidente Javier Milei continuará aplicando esta herramienta que le da la Constitución Nacional hasta tanto La Libertad Avanza (LLA) cuente con un mayor número de legisladores que le permita bloquear el avance en el Congreso de estos proyectos.
“Toda norma que implique un gasto que no tenga los recursos correspondientes, que no tenga su partida presupuestaria, por supuesto que va a ser vetada por el Ejecutivo”, insistió el funcionario. “Y seguiremos en este proceso hasta que tengamos nosotros como LLA los votos suficientes para impedirlo. Hasta tanto, trataremos de hacer los acuerdos posibles para evitar que se aprueben este tipo de normas”, añadió.
El presidente ya utilizó este instrumento sobre la Ley de Movilidad Jubilatoria que aprobó el Congreso, la cual establecía una recomposición de los haberes y una nueva fórmula para calcular su actualización. Ahora, el Congreso puede insistir en su aprobación con el aval de 2/3 de ambas Cámaras. Mientras, Milei se puso al frente de una mesa política con los referentes de los bloques legislativos aliados al oficialismo para impedir una nueva avanzada del Congreso.
Francos se presentó este miércoles en Diputados para brindar su primer informe de gestión. Recibió más de 3.000 preguntas, aunque una vez que fueron agrupadas, la cifra se redujo a poco más de 2.000. Tras varias horas de exposición, la sesión terminó de manera abrupta cuando los legisladores de la oposición abandonaron el recinto por los incidentes fuera del Congreso, donde jubilados y agrupaciones políticas se manifestaban contra el veto presidencial a la ley de movilidad.