Los decesos fueron provocados por las fuertes lluvias en varias regiones del país. Lamentablemente, todavía quedan varias decenas de personas atrapadas y hay fuertes operativos de rescates.
Hasta el momento, fueron encontrados “alrededor de 93 cuerpos” según lo señalado por el ministro en jefe de Kerala, Pinarayi Vijayan. “En los hospitales son atendidas 128 personas. Es una de las peores catástrofes naturales que nuestro Estado ha conocido”, subrayó en declaraciones de prensa.
Frente a este panorama, la oficina del primer ministro anunció compensaciones de 200.000 rupias (alrededor de u$s2.400 ) para las familias de las víctimas.
Aumentan los deslizamientos de tierras en India
El líder de la oposición india Rahul Gandhi, que hasta hace poco representaba al distrito de Wayanad en el Parlamento, dijo a los diputados que el alcance de la destrucción era “desgarrador”.
Además, alertó por un aumento de los casos: “Nuestro país ha presenciado un aumento alarmante de desprendimientos de tierra en años recientes”, dijo Gandhi. En este contexto, mencionó la necesidad de “un plan de acción integral para solucionar la creciente frecuencia de calamidades naturales”.
Las lluvias asociadas al monzón en el sur de Asia suelen extenderse de junio a septiembre. Estas precipitaciones son un alivio al sofocante calor veraniego y son indispensables para recargas los mantos acuíferos. Asimismo resultan vitales para la agricultura y la seguridad alimentaria de los 2.000 millones de personas que viven en la región.
Sin embargo, estas inclemencias meteorológicas también suelen acarrear inundaciones y deslizamientos de tierra, que dejan un alto número de muertos debido a la deficiencia de la infraestructura. La frecuencia de estos desastres naturales ha aumentado en los últimos años y los expertos señalan que el cambio climático agrava el fenómeno.
Además, la construcción de presas, los proyectos urbanísticos y la deforestación en India también han empeorado las consecuencias de estos sucesos.