La pelea entre Karina Milei y Victoria Villarruel, además de sus obvios efectos institucionales y políticos, ha generado tensiones en la Casa Rosada. La secretaria general de la Presidencia empezó a buscar responsables por los fuertes ataques en redes que recibió desde que desautorizó a la Vicepresidenta. En su entorno aseguran que fue desinformada sobre el nivel de enojo de Francia por el tuit de la discordia, al igual que el propio Javier Milei.
El nuevo capítulo del conflicto entre la Casa Rosada y el Senado estuvo marcado por numerosos idas y vueltas. Tras el choque de la semana pasada, el martes intentaron calmar las aguas. Pero ayer por la mañana, el vocero presidencial Manuel Adorni, mano derecha de Karina Milei, reavivó el conflicto al destacar que, durante su encuentro en París, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, le había agradecido el gesto de visitar a su representante en el país para sanar el vínculo después de las “desafortunadas” expresiones de la Vicepresidenta.
La versión de que la secretaria general había sido desinformada le quitaría responsabilidad a “el Jefe” en su ataque contra la titular del Senado. En el círculo de la funcionaria reconocieron que “no hay piel” entre ellas, pero admitieron cierto grado de arrepentimiento por su propia jugada.
En la Casa Rosada, reconocieron que Karina Milei terminó perjudicada en la discusión con Villarruel, quien tiene una altísima imagen positiva y es una de las figuras centrales de LLA después de Milei. Algunos asesores de “el Jefe” descubrieron que la ola de ataques en redes sociales contra Karina Milei no provenía de cuentas kirchneristas, sino de usuarios asociados con ideas libertarias. El malestar con esas arremetidas fue tal que los aliados de Karina iniciaron una pesquisa para detectar su origen, sospechando de fuego amigo.
Las primeras investigaciones apuntaron a la propia Vicepresidenta, quien tiene su propio grupo de militancia virtual, algo que ella niega rotundamente. Sin embargo, surgieron sospechas sobre el equipo del asesor Santiago Caputo, quien supuestamente no estaba manejando correctamente a sus seguidores en redes e incluso habría perdido control sobre “la criatura”.
Altas fuentes del Gobierno contaron que la hermana del Presidente pidió “bajar la soberbia” en el terreno virtual. “Dejen de romper. No llegamos al Gobierno siendo así”, reprodujo un funcionario que la frecuenta. La funcionaria advirtió que si los trolls no se calman, “los echa a todos”. Se refería al grupo de jóvenes expertos en redes que trabajan en el ex salón de Mujeres, en el primer piso de la Casa Rosada.
En el fulgor de la pelea, surgieron viejos resquemores de la época en que Sandra Pettovello, protegida de Milei, quedó en el centro de la tormenta por el escándalo de los alimentos. En ese momento, la ministra había denunciado ataques en su contra de aliados propios. Ahora, con la virulencia que sufrió Karina Milei, aquellos reclamos volvieron a tomar relevancia.
Ayer, Santiago Caputo se reunió en la Casa Rosada con Joaquín de la Torre, a quien Pettovello había decidido echar entre acusaciones de corrupción. Anteriormente, Caputo había tenido otros gestos con el ex intendente de San Miguel para mejorar la relación. En la Casa Rosada, negaron que haya algún tipo de resquemor entre la ministra de Capital Humano y el asesor.
En el entorno del asesor también negaron cualquier cruce con su jefa política por la militancia en redes. “Nadie entiende la relación que tiene Santiago con Javier y Karina, es una amistad profunda, nunca se va a quebrar”, dijo un referente libertario de peso. “A Santiago lo quieren muchísimo porque es el que ayudó a Javier a llegar a la Presidencia. Siempre le va a estar agradecido”, agregó un funcionario cercano.
Otra versión en la búsqueda de responsables por los ataques apunta a acciones directas de actores políticos externos. Se detectaron movimientos de consultoras vinculadas a Mauricio Macri, quien, dijeron, atacaría a Karina por su resistencia a una alianza en igualdad de condiciones, a diferencia de Patricia Bullrich. En el entorno del titular de PRO negaron esas acusaciones.
Nuevamente, una caza de brujas está en marcha en la Casa de Gobierno, y la disputa con Villarruel terminó salpicando al propio entorno presidencial. Por lo pronto, Milei volverá a verse cara a cara con su Vicepresidenta el domingo en la exposición de La Rural, y nadie sabe qué esperar. Algunos esperan una foto; otros, un saludo frío. En el Senado confirman que la Vicepresidenta estará presente y auguran que Karina Milei “se comportará institucionalmente, respetando el protocolo”. Aunque no confían plenamente en que ese deseo se haga realidad y recuerdan con amargura las ocasiones en que la Vicepresidenta la ha perjudicado con gestos.
En Balcarce 50, advierten que el lugar que se le dará a Villarruel en la ocasión, donde la organización estará a cargo de la Secretaría General, “no es un tema que se esté debatiendo”. Por lo pronto, Karina no va a estar: decidió quedarse en París para llevar adelante acciones diplomáticas y comerciales de la agenda internacional de Marca País, un programa que acaba de absorber y que se ha convertido en una de sus prioridades. Con los antecedentes de los últimos días, es imposible predecir si profundizará las diferencias o logrará calmar las aguas.