En una declaración contundente, el juez Ricardo Lorenzetti, miembro de la Corte Suprema de Justicia, cuestionó enérgicamente la reciente creación de una Secretaría Penal en el seno del máximo tribunal. Lorenzetti apuntó directamente a sus colegas, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, acusándolos de promover una medida que, a su juicio, atenta contra la transparencia y la eficiencia del sistema judicial.
En su argumentación, Lorenzetti no escatimó críticas, señalando que “la verdadera intención es que los casos penales relevantes queden bajo el control de un secretario que obedece a directivas no públicas, lo cual es completamente inapropiado y genera desconfianza”. Además, advirtió que esta práctica, en aumento durante los últimos años, va en contra de la tradicional excelencia de la Corte Suprema.
El magistrado extendió sus reproches más allá de la creación de la nueva secretaría, apuntando hacia decisiones internas respaldadas por Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda. Según Lorenzetti, “la apelación a principios de buena gestión no logra despejar la oscuridad de los intereses que inspiran una serie de decisiones recientes en la superintendencia de la Corte Suprema”.
En su discurso crítico, Lorenzetti lamentó que “la búsqueda de excelencia sea suplantada por la ambición”, y denunció la designación de personal sin concurso, basada en relaciones personales en lugar de méritos profesionales, contradiciendo las expectativas de austeridad de la sociedad argentina.
Asimismo, el juez reclamó un trato más respetuoso hacia los dos jueces nominados para unirse a la Corte Suprema, instando a esperar sus opiniones antes de consolidar decisiones que podrían condicionar su labor futura. Consideró estas acciones como “apresuradas”, con el único propósito de asegurar posiciones de poder ante la posible llegada de nuevos ministros.
Finalmente, Lorenzetti también señaló la lentitud del tribunal en el tratamiento y resolución de causas, destacando que existen “casi trescientas causas trascendentes y cerca de sesenta mil expedientes pendientes de resolución”, una situación que calificó como inédita y preocupante.