La promocionada III Conferencia Anual de Minería, organizada por el Banco Macro bajo el lema “Pensar la Minería en grande”, fue celebrada por el mundillo minero local, feliz de recibir a autoridades como el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, quienes son las caras más visibles de la liga del litio formada hace un par de años.
La idea es seguir mostrándose unidos, haciendo la vista gorda a problemas serios que hay la zona, comenzando por un conflicto limítrofe entre Catamarca y Salta jamás resuelto, y que ahora cobra relevancia justamente porque en la región en disputa hay empresas trabajando.
Por ahora se emparchó el tema repartiendo tributos en partes iguales, pero la historia de fondo está muy lejos de resolverse.
Otro temita pendiente es de la facturación de productos iguales, que muestra tantas diferencias que deschava a quienes hacen la vista gorda, como pasó meses atrás con Livent, que vendía (en realidad vendía y se compraba a sí misma) toneladas de litio a precio de ganga, mientras en Jujuy los valores eran más serios.
Pero entre problema y problema, aunque con algunos cambios en el equipo (principalmente la salida de Gerardo Morales, que cedió el mando jujeño a fines del año pasado), la Mesa de Litio sigue en pie.
Hay que decir que no los une el amor ni el espanto, sino la idea de no repartir ganancias más allá del mínimo imprescindible, y el equipo funcionó bien -por ejemplo- cuando en el Congreso de la Nación se tiraron algunos lances para nacionalizar el recurso.
Es verdad que no fue una gran conquista porque así dice en la Constitución, que los recursos son de las provincias, pero nunca viene mal mostrarse juntos y es lo que hicieron, lo que hacen y seguirán haciendo.
El resto del encuentro fue más de lo mismo, decir la maravilla que es tener litio y minería, los millones que entran, el trabajo que se genera, etc., etc., algo así como la promesa eterna que década tras década se mantiene como una cuestión de fe: hay que creer sin pruebas a la vista.
Pero en este congreso, reunión, conferencia o como quieran llamarlo, hubo sillas muy importantes que quedaron vacías, ¿por qué?
Porque no se vio a nadie de Nación. El secretario de Minería, Luis Lucero, ni apareció. El abogado sanjuanino, nombrado hace poco en el cargo, o no fue invitado o no apareció. Aunque cuando recién se asumen esos lugares se busca hacerse conocer, en este caso no apareció.
Hasta ahí, vaya y pase, pero el también flamante presidente de YMAD, Juan Pablo Limodio, tampoco se dejó ver, a menos que haya ido de incógnito o los partes oficiales se hayan puesto de acuerdo para ignorarlo.
Pero no, todo indica que no fue, y esto ya es toda una señal, porque el hombre preside una empresa clave en Catamarca en el área minera, se hace un congreso interprovincial de minería en Catamarca y él brilla por su ausencia.
Detalles que se pasaron por alto y dejan una incógnita… ¿los gobernadores están unidos o en realidad están solos?
El catucho