Un 20 de julio, pero de 1969 la misión espacial norteamericana Apolo 11 sería la primera en colocar al hombre en la Luna.
El comandante Neil Armstrong y el piloto del módulo Edwin F. Aldrin serían las dos personas en conseguir la proeza.
Cuando el módulo Eagle alunizaría en el Mar de la Tranquilidad, imágenes en vivo serían transmitidas en televisión para una audiencia de millones de personas.
La misión, cuarta de la serie de vuelos tripulados Apolo, iniciaría la exploración humana de la Luna. Los astronautas recorrerían el terreno por más de dos horas, recogiendo 22 kilogramos de muestras de suelo y rocas lunares e instalando instrumental científico para detección de sismos, partículas solares y un reflector láser.
En un acto enmarcado en pleno desarrollo de la Guerra Fría, los astronautas plantarían una bandera norteamericana adjudicándose un importante triunfo en la carrera espacial.