Cientos de refugiados eritreos en Tel Aviv, Israel, resultaron heridos en violentos enfrentamientos con la policía después de que un grupo de manifestantes boicoteó un evento de la embajada de Eritrea en la capital israelí. Ocho personas heridas se encuentran en estado grave como resultado de los enfrentamientos.
El episodio de violencia se suma a los desafíos que enfrenta el gobierno israelí en medio de la agitación. Los manifestantes atacaron la delegación eritrea con tablas y piedras, lo que provocó incendios, según informaron las autoridades. La respuesta de la policía incluyó el uso de balas cuando consideraron que sus vidas estaban en peligro genuino, y se llevaron a cabo 39 detenciones.
Entre los 114 heridos, se encuentran 30 policías con lesiones leves. Para evitar futuros disturbios, la policía clausuró bares frecuentados por eritreos en el sur de Tel Aviv y estableció una patrulla permanente en la zona.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció la formación de un equipo ministerial especial para evaluar las medidas a tomar contra los infiltrados ilegales que participaron en los disturbios, incluida la posible deportación.
Eritrea, gobernada por Isaias Afwerki desde su independencia de Etiopía en 1993, no ha celebrado elecciones desde entonces y exige visados de salida a sus ciudadanos. En Israel, alrededor de 30,000 ciudadanos africanos, la mayoría de ellos eritreos, solicitan refugio.