Mientras nos hablan de los miles de millones de dólares del litio, y se tiran de los pelos por el futuro reparto de cargos, mientras gastan fortunas en cotillón y publicidades de campaña con nuestro dinero y hablan de estupideces como ampliar el estadio (¡ampliar el estadio, por Dios, no aprendieron nada!), mientras reparten índices a sus familiares y amigos para que vivan sin trabajar y se felicitan por la “generación de empleo privado” subsidiado con nuestro dinero, en el Valle Central 6 de cada 10 niños viven en la pobreza.
Un dato aplastante que desnuda las mentiras de prosperidad y al mismo tiempo expone las prioridades de un gobierno provincial que tiene plazos fijos multimillonarios desde hace años, para mantener los privilegios de la casta, a un costo de miseria para miles de familias.
58 por ciento de niños en la pobreza, números más graves que la media nacional, responsabilidad del Club de Amigos que maneja la provincia y que se jacta de levantar las banderas de la defensa de los humildes y la justicia social. Y atención: son datos oficiales del INDEC peronista, no un invento de la oposición.
Esa terrible cifra tiene otro dato demoledor: la pobreza infantil creció un 18 por ciento en el Gran Catamarca en apenas cinco años. Un desastre social, un drama real, mientras nuestros funcionarios gastan nuestra plata en pagar encuestas y focus group para saber qué estupideces subir a las redes sociales.
Vergonzoso gobierno que dedicó meses enteros a pasear por el mundo buscando negocios, vergonzosos y sumisos legisladores nacionales oficialistas que se desviven por proteger a los abanderados de la corrupción para contentar a sus jefes políticos sin traer una solución al pueblo que inocentemente los votó.
Vergonzosa legión de ministros, secretarios, subsecretarios y asesores que se pasean en sus 4×4 con chofer y combustible pagados por nosotros, mientras la gente pasa hambre. Hambre.
Administradores irresponsables y demagogos incapaces de generar trabajo real, que sólo reparten migajas de los fondos públicos jugando con las necesidades ajenas para tener sus votos cautivos, hipócritas que hablan de promover el empleo privado cuando lo primero que hacen es nombrar a toda su parentela en el Estado con sueldos de lujo.
En la gran urbe de Catamarca seis de cada 10 niños son pobres y no les importa. Que Dios y la Patria se lo demanden.