El 25 de mayo de cada año se celebra en Argentina el Día de la Patria, una fecha emblemática que recuerda el nacimiento del primer gobierno patrio y el comienzo del proceso que llevaría, años más tarde, a la independencia del dominio español. Fue en 1810, en un clima de agitación política, descontento social y contexto internacional convulsionado, cuando los criollos del Virreinato del Río de la Plata decidieron dar un paso clave hacia la autodeterminación.
Ese viernes histórico se selló un cambio profundo: la salida del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y la formación de la Primera Junta, un nuevo organismo de poder que, aunque declaraba lealtad formal al rey Fernando VII, representaba el inicio de un modelo de gobierno propio, con figuras locales y una lógica de representación inédita hasta entonces.
La presión popular, encabezada por milicianos como French y Beruti, fue determinante. Miles de personas se concentraron frente al Cabildo exigiendo una resolución política ante el vacío de autoridad provocado por la caída del rey español. Ante esa situación, se impuso una Junta integrada por criollos destacados como Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli, entre otros.
La Revolución de Mayo no fue un hecho aislado. Se alimentó de causas profundas y sostenidas en el tiempo: las ideas ilustradas, la marginación política de los criollos, las secuelas de las Invasiones Inglesas y la crisis del poder en España tras la invasión napoleónica. Todo eso generó un escenario ideal para cuestionar el orden colonial y construir una alternativa política desde América.