17 de mayo: Día mundial de la hipertensión arterial

La hipertensión arterial, es decir la presión arterial elevada, es el principal factor de riesgo para sufrir de enfermedades cardiovasculares como lo son el infarto de miocardio y accidente cerebro vascular (ACV), entre otros.

De acuerdo con el informe de la Organización Panamericana de Salud (OPS), la hipertensión afecta entre el 20-40% de la población adulta de la región, lo cual significa que en las Américas hay alrededor de 250 millones de personas padecen de la misma.

Estimaciones de la misma fuente, establecen que anualmente se producen 1.6 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en Latinoamérica, siendo aproximadamente medio millón de ellos menores de 70 años. Ese subgrupo de pacientes es al que denominamos como los de muertes prematuras.

La hipertensión en muchos casos puede ser pospuesta o controlada a través de un grupo de intervenciones preventivas, entre las que se destacan hábitos alimenticios y de ejercicio físico saludables como:

  • Disminución del consumo de sal.
  • Dieta rica en frutas y verduras.
  • Minimizar el consumo de alimentos procesados.
  • Ejercicio físico si es factible (luego de ser evaluado por un médico).
  • Mantenimiento de un peso corporal saludable.

En Argentina, en 2019 se llevó a cabo un relevamiento de hipertensión arterial por parte de la Sociedad Argentina de Hipertensión en alianza con el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación; en donde más de 100 mil personas pasaron por diferentes puntos de medición y control de presión arterial, distribuidos en todo el país.  A los participantes se les midió la presión arterial en forma totalmente gratuita, según las normas correspondientes por personal de salud entrenado. Más de 85 mil personas fueron efectivamente valoradas con una edad promedio de 61 años.

Se consideraron hipertensos a quienes -en el promedio de dos mediciones- tuvieron valores iguales o mayores a 140/90 mmHg. Para tener como referencia, la Asociación Americana del Corazón, una de las entidades con mayor impacto a nivel global en este campo, establece que presión arterial normal en un adulto debería ser menor a 120/80 mmHg.

Entre las principales conclusiones de dicho relevamiento, se observó que más la mitad, es decir el 53% de los participantes, sufrían de hipertensión y de ellas, poco más del 25%, o sea 1 de cada 4, ni siquiera lo sabía. El resto de los hipertensos, que sí conocían su condición, apenas la mitad de ellos tenía su presión bien controlada.

El estudio RENATA-2 realizado en Argentina, puso en evidencia que la prevalencia de la enfermedad aumentaba con la edad: 12% en menores de 35 años y casi 78% en aquellos con 65 años o más. De ellos, el 6% eran diabéticos, el 25% eran fumadores y finalmente, el 17% tenían el colesterol elevado. Casi el 40% de los pacientes estudiados desconocían la enfermedad. En relación con la distribución por sexo, eran mayoritariamente hombres hasta los 65 años, donde luego las diferencias de ambos grupos eran no significativas.

Sintomatología y tratamiento:

Los síntomas de la hipertensión arterial son variados y se sugiere una consulta con el cardiólogo o médico de cabecera del paciente para resolver dudas ante el cuadro clínico. 

Según el Ministerio de Salud de la Argentina:

  • Dolor de cabeza muy intenso, no habitual y repentino.
  • Dificultad para hablar, para levantar un brazo o mover los músculos de la cara.
  • Confusión.
  • Mareos o vértigo (sensación de giros y movimiento).
  • Visión borrosa repentina.
  • Dolor en el pecho o sensación de falta de aire.

Los tratamientos habituales para la hipertensión arterial son los farmacológicos. Dichos medicamentos dan solución a un grupo de los pacientes con esta enfermedad en combinación con un cambio en los hábitos alimenticios y de rutina de ejercicio físico para que el tratamiento no solo sea lo más completo posible, sino también involucrar al paciente en su proceso de mejoría.  Ahora bien, hay un grupo de pacientes que con las medidas de tratamiento habituales no logran controlar las cifras tensionales, por lo cual deberían explorar- a través de la consulta a sus médicos de cabecera- tras alternativas terapéuticas como la Denervación Renal, si es que esta les aplica. Este es un procedimiento que se realiza con técnicas mínimamente invasivas, y se enfoca en interrumpir- a nivel renal- las conexiones entre el Sistema Nervioso Autónomo y el riñón, quienes formar parte de un complejo sistema de regulación de las cifras tensionales”, mencionó el Dr. Juan Gaspar, Cardiólogo Intervencionista y Medical Science Program director Cath Lab para Medtronic Latinoamérica.

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