Emoción, lágrimas, fuegos artificiales. Nada faltó en el tremendo festejo de los radicales tras la reñida elección interna que consagró a Marita Colombo como presidenta de la UCR.
Fueron horas de tensión, porque las encuestas en boca de urna daban cero votos, y el escrutinio primero decía cero votos pero no era oficial, hasta que llegaron los datos definitivos y se confirmó: cero votos.
¡Ganamos, ganamos! ¡No votó nadie, lo logramos! ¡Triunfo histórico!
¡Es una jornada de fiesta cívica! ¡Viva la democracia, viva Alfonsín! ¡El gran demócrata seguro estaría orgulloso de nosotros! Gritaban los más eufóricos militantes, uno de ellos disfrazado de Hipólito Yrigoyen, con una galera roja y blanca y la leyenda “2023… volvemos a perder”.
Los integrantes de la Junta Electoral levantaban en andas a Marita y la querían sacar a pasear por calle Chacabuco, pero ella emocionada se negó.
“Descansen chicos, descansen, han trabajado tanto tachando y tachando candidatos de otras listas, deben tener la mano a la miseria” reconoció y todos aplaudieron.
¡Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta, no va a impugnar! Fue el cantito más repetido.
Un abuelo entre saltos decía “Tenía razón Brizuela, ¡hay Frente Cívico para 60 años más!”.
“No abuelo, es una interna nomás. El Frente Cívico ya desapareció cuando nos aliamos con Cambiemos, que también desapareció”, le explicaba un joven celeste.
“¿Pero ganamos? Porque desde 2011 que los radicales venimos perdiendo fiero”, consultó el viejito. “Sí, sí, festeje nono, ya se viene una proclamación espectacular, va a ser mucho mejor que la de Páez”.
“¿Y a quién le ganamos?”, preguntó el abuelo. “A otros radicales que querían votar, no los dejamos”, le explicaron.
“¿Pero dónde estamos? Porque Oscar dijo en 2013 que estábamos en el umbral de Casa de Gobierno y nunca entramos”, se confundía el nono.
“No abuelo, ya no existe más la Casa de Gobierno, van a hacer un museo ahí ahora”, le dijeron.
“Como sea, si éstos peronchos no se van tenemos que volver a golpear las puertas de los cuarteles, eso siempre nos dio resultado”, acotó el señor. Entonces se acercó otro: “Ya no está más el regimiento, son oficinas del gobierno ahora”, le informó al viejito radical, que se está recuperando bien. Parece que en unos días ya le dan el alta.
El que no apareció fue Oscar, parece que estaba en Ipizca, acordando no se qué para seguir en el Congreso.
¡Cuánta humildad, la figura del partido, el artífice del triunfo, y en el momento de gloria elige el silencio! Bueno, si alguna vez se lo ve por Catamarca seguro le agradecerán… los peronistas.
Mientras tanto las primeras declaraciones de Marita fueron esclarecedoras.
– Mil felicitaciones, ¿Qué va a hacer ahora, Presidenta?, fue la pregunta del reportero.
– Lo que diga Oscar.
Yo soy radial desde el 72 y milite en Villa Cubas .épocas de Cado’ ‘colgantes etc. Y Óscar ordenó a quien teníamos que elegir en Villa Cubas como candidato a consejal… Yo y otros dijimos. Noo ..si somos los delegados y nosotros elegimos. No no. Deben elegir a uno que se recibía recien” en Pcia.de Cordoba.🤣……. me retiré de la militancia’… segui con nuestro centro vecinal. Trabajando por la gente y para la gente y en especial para los niños hasta hoy…. como dijimos con mi amigo Pedro
tenemos la camiseta puesta desde el 72 y bueno… juguemos…. hoy ..👏👏👏 a los aplausos desde las tribuna… si es que hay…. tribuna