Este jueves, la Cámara de Diputados de la Nación realizó su segunda sesión remota de la historia, en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno por la pandemia del Coronavirus.
En la sesión especial, que comenzó a las 14:07, con quórum de 232 diputados de forma presencial y remota, se trató el proyecto para habilitar las recetas médicas digitales y teleasistencia.
Dicha normativa apunta a mejorar la trazabilidad del origen y destino de las drogas. A su vez, añade un capítulo sobre teleasistencia médica y psicológica a través de plataformas digitales, que constituía un vacío legal en la normativa argentina.
Esta normativa, la cual obtuvo media sanción y fue aprobada por 246 votos afirmativos y dos negativos, permite la prescripción y venta de medicamentos a través de recetas electrónicas y la tele-asistencia en salud en todo el territorio nacional.
Sobre su alcance, la norma llega a toda receta o prescripción médica, odontológica o de otros profesionales sanitarios legalmente facultados a prescribir, en los ámbitos de asistencia sanitaria y atención farmacéutica pública y privada.
En su intervención en el debate del proyecto, Rubén Manzi se manifestó a favor aunque afirmó que todavía hay un largo camino que recorrer para llegar a una correcta aplicación.
“Hay adultos mayores en nuestro país que todavía no se han amigado con los cajeros automáticos ¿qué quiero decir con esto? que acá hay un gran desafío, un gran esfuerzo que va a tener que hacer el Estado Nacional y va a tener que hacer las obras sociales y los colegios profesionales para no dejar afuera a esos adultos mayores a los que la digitalización les cuesta y les cuesta amigarse con la tecnología”, comenzó diciendo.
A su vez, también utilizó parte de su tiempo para hacer un reconocimiento al personal de salud que trabaja en estos momentos en calidad de brindar un buen servicio dadas las circunstancias.
“Es la primera vez, desde que se reinstaló la democracia en nuestro país, que el equipo de salud y la problemática de salud ocupa indiscutiblemente un campo central en la discusión y en la agenda pública”, manifestó.
“La gente que dedica su vida y su estudio a la salud tiene, en términos generales, un alto nivel de vocación. Si no hubiese vocación, la angustia que genera enfrentarse cotidianamente a la idea de muerte se haría insoportable”, dijo.
“Creo que los que trabajamos en la salud sabemos, desde hace muchos años, que nos tenemos que mover hasta casi esquizofrenicamente entre subsistemas que a veces son contradictorios. Creo que esta es una tarea pendiente y creo, finalmente, y quiero terminar valorando, a los colegas que trabajan en el campo y en las pequeñas ciudades, donde además de todos estos problemas que tienen todos los profesionales de salud en las ciudades grandes, ellos tienen que verse con la carencia de escasa tecnología y de escasos insumos”, finalizó.
