El recrudecimiento de la pandemia en los Estados Unidos, país que superó las 250.000 muertes por esta enfermedad, obligó a más estados y ciudades a ajustar sus medidas, incluyendo el resistido uso de tapabocas, el cierre de escuelas y la suspensión del famoso carnaval de Nueva Orleans.
Las restricciones desataron en algunos distritos las protestas de quienes cuestionan la evidencia científica que sustenta la utilidad del barbijo y del distanciamiento social y temen que las nuevas medidas maten más puestos de trabajo y cercenen sus libertades.
El alcalde de Nueva York, el republicano Bill de Blasio, anunció que las escuelas públicas de la ciudad, a las cuales asisten 1,1 millones de niños y jóvenes, volverán a cerrar sus puertas a partir del día de hoy.
“Nueva York alcanzó el umbral de un promedio de 3% de test positivos durante siete días. Desafortunadamente, esto significa que los edificios de las escuelas públicas estarán cerrados desde mañana, jueves 19 de noviembre, por precaución”, precisó De Blasio en su cuenta de Twitter.
Por su parte, en Iowa, la gobernadora Kim Reynolds se negó durante meses a imponer el tapabocas, pero finalmente decidió hacerlo aunque en circunstancias limitadas, convirtiéndose en la más reciente gobernadora republicana en dar marcha atrás con esa postura.
A días del fin de semana extra largo de la semana próxima por la festividad del Día de Acción de Gracias, las autoridades de salud se preparan para un aumento de casos, y han implorado a las familias a juntarse en grupos no muy numerosos.
Los gobernadores de Ohio, Maryland e Illinois impusieron anoche límites en el horario de comercios y de reuniones, mientras que sus pares de Wisconsin y Colorado propusieron paquetes de ayuda económica. Los Ángeles, con una población de 10 millones de personas, adoptó restricciones similares.
Los indicadores de la efectividad en el manejo de la pandemia en Estados Unidos no han mejorado pese a las medidas de los últimos días, con las hospitalizaciones, los casos y las muertes en un alza sin freno.
Más de 76.830 personas estaban internadas con coronavirus hasta ayer, una cifra récord desde que comenzó la pandemia que no ha dejado de superarse a sí misma desde hace una semana, según la plataforma especializada Covid Tracking Project (CTP).
Además, Estados Unidos registró ayer más de 100.000 casos por 15 días seguidos, con 161.934, según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins.