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En Casa de Gobierno quieren pasar la escoba al corpacismo

De las miradas de rojo y los rumores al enfrentamiento abierto. Así se encendieron las internas en el gobierno, que existen desde el día uno de gestión, pero ahora son tan evidentes que causan cada vez más roces y empiezan a entorpecer el funcionamiento de varias áreas.

Los bandos están separados como el agua y el aceite, y muestran de un lado a quienes llegaron al poder en diciembre del año pasado, y del otro a los que sobreviven en lugares de peso otorgados por Lucía Corpacci.

El círculo más cercano al Ejecutivo reconoce que el clima ya no se aguanta más, y piden desesperadamente que se pase la escoba y se elimine de una vez, hasta de la última oficina, a los soldados de la tropa corpacista.

Los rencores vienen germinando desde hace rato, pero el argumento excluyente es que la vieja guardia viene por todo y está preparando el regreso, que juega en contra desde adentro, que no hay confianza y que hasta pusieron en marcha planes desestabilizadores con la meta de recuperar el trono en la próxima contienda electoral.

Dicen los nuevos que los corpacistas quieren debilitar al gobierno, que nunca se sintieron parte del nuevo proyecto, y que es mejor sacarlos de la cancha antes de que sea demasiado tarde.

Los conspiracionistas terminaron de estallar en las últimas semanas, cuando la diputada nacional Lucía Corpacci volvió al ruedo en pequeños actos públicos, del brazo de Gustavo Saadi. Para muchos altos funcionarios, eso fue una sonora cachetada al propio gobierno.

En política las causalidades no existen, afirman, y no quieren quedarse cruzados de brazos mientras las jugadas se hacen frente a sus propias narices.

Se armó una larga lista de nombres que están y no deberían seguir, y si bien falta la decisión final para concretar cambios, no se sabe hasta qué punto llegará la resistencia corpacista.

No se van a ir tan alegremente, todavía tienen poder, se asegura. Y en la Legislatura hay una “base militar” de apoyo al corpacismo que podría debilitar más al gobierno, sobre todo en esta etapa reformista que necesita el apoyo de los legisladores tanto como el agua.

Corpacci no dijo ni mu, pero ahí anda por comedores, clubes y centros vecinales, haciendo acción social y seguramente política, muy cerquita de Saadi. ¿Juntos son dinamita?

Se dice que para este viernes se llamó a una reunión de Gabinete con urgencia, donde no saldrán a la luz decisiones, pero todos se verán las caras. ¿Vuela la diplomacia por los aires y se abre el fuego?

Reíte de las termitas… esto es peor.

El Catucho.

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