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Dejá votar Oscar

“De aquí a la eternidad”, como la vieja película, así parece que quiere seguir cobrando sueldos del Estado Oscar Castillo, que arrancó como diputado provincial en 1985, el siglo pasado, y va cambiando de cargo desde entonces, aunque con su proyecto infinito se haya llevado puesto a todo el radicalismo, cada vez más agonizante.

Oscar, que entró a la función pública con alfombra roja de la mano de su papá, el último gobernador de facto, fue a su vez gobernador en 1999, y nunca abandonó la teta del Estado en espacios de lujo. Fue diputado nacional ocho años, es senador nacional hace 18 años, y quiere seguir a toda costa. Y claro, 26 años con fueros en el Congreso no se largan así porque sí, el hombre se encariña.

De sus 66 años de vida (este lunes cumple 67… ¡Eh, feliz cumpleaños!), pasó más tiempo como como funcionario que sin cargos. ¿Qué consiguió para Catamarca en tanto tiempo? Bueno, vaya a saber. No recordamos en este momento.

Allá en los 90 se lo consideraba un genio de la política, un estratega, un iluminado. El tejedor en las sombras, el que acomodaba las piezas con maestría. Después su imagen se empezó a desinflar, cuando los que lo rodeaban se dieron cuenta de que su genialidad siempre le alcanzaba nada más que para salvarse él.

La UCR se hundió, el Frente Cívico y Social desapareció, y él siguió siempre como el único sobreviviente de todos los naufragios. Hoy le queda muy poco apoyo, sólo el de sus acomodados más cercanos, pero no quiere soltar la manija.

Y como para seguir con sus privilegios necesita volver a ser candidato (¡se le termina su mandato este año!) necesita que lo respalde el partido. Y para eso necesita seguir manejando el partido, o lo que queda del partido. Entonces armó una lista con sus amigos incondicionales, Marita Colombo a la cabeza, y una Junta Electoral que les de una manito.

Porque los radicales deberían ir a las urnas el 7 de febrero, pero la oposición, que encabeza como candidato Ricardo Del Pino, dice que los quieren bajar antes de la interna. ¿Para qué? Para que nadie vote y la lista de Oscar sea proclamada ganadora otra vez, como siempre.

Para completar la jugada tienen que bajar un par de candidatos más de Renovación Radical, porque la UCR pide listas en 16 departamentos para competir, y los rivales de Oscar tienen 14: si se les caen cinco, están chau.

¿Permitirá el radicalismo otro atropello? ¿Serán dirigentes y militantes arrastrados otra vez al matadero? ¿Puede seguir como amo y señor de la UCR el “cerebro” de las derrotas electorales de 2011, 2015 y 2019?

Quedan pocas semanas para saber la verdad. SI todavía queda en el radicalismo una mínima llama de la luz y el calor de hombres como Raúl Alfonsín, Hipólito Yrigoyen, Arturo Illia y tantos otros grandes hombres, demócratas hasta la médula, alguien debería rebelarse.

Dale Oscar, dejá votar. Ganá en la cancha, dejá de embarrar. Que voten los afiliados y decidan. En una de esas te va bien. No le hagas a la UCR un daño irreversible, porque mirá que ya van diez años en el llano para muchos correligionarios, no pienses solo en vos.

Si esto termina en la Justicia otra vez vas a quedar en la historia como el verdugo final del radicalismo.

El Catucho.

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