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Contra el saqueo y el contrabando

Como una de esas desagradables casualidades, casi burlonas, cuando la actividad económica que tanto había denunciado daba signos de reactivación, fue ella quién se apagó. Alcira Argumedo, intelectual y política, referente de Proyecto Sur y abanderada en la resistencia contra el saqueo de la megaminería, falleció este domingo. En simultáneo con el resurgimiento del repudio social a la actividad minera en Catamarca. Explotación que sostenidamente, desde su banca en el Congreso o desde su producción académica en su calidad de catedrática, ella había impugnado.

Socióloga, investigadora y docente universitaria, ingresó en política con la creación de Proyecto Sur, el partido que estructuró y fundó junto a Fernando “Pino” Solanas. Espacio que utilizó para llevar a la arena legislativa su militancia social ambientalista contra actividades extractivistas como la megaminería y el cultivo intensivo, a las que consideraba un “saqueo”.

Por estas horas, a modo de homenaje y semblanza política oportunista, circulan por las redes extractos de sus intervenciones en el Congreso, denunciando el enriquecimiento del ex presidente Mauricio Macri, mediante negociaciones con el Estado reñidas con la ética. Un rescate bastante sesgado y conveniente del pensamiento político de Argumedo, usufructuado por el abanico oficialista para fustigar al líder del Pro. Pero que deja fuera del recorte los extensos párrafos que ella, junto a Solanas, dedicaban al gobierno de Cristina Fernández y a todas las administraciones provinciales que legitimaban y permitían la minería.

En su constante monitoreo y denuncia de las actividades extractivas, Argumedo trabajó y se pronunció frecuentemente sobre Catamarca, su actividad minera, las empresas que la ejecutaban y la dirigencia política que la permitía. Brizuela del Moral, Lucia Corpacci fueron el blanco de fuertes cuestionamientos de su partido político, del que llegó a ser precandidata a presidenta. 

Minuciosa, sagaz, analista e informada, cualidades que la destacaron como investigadora del CONICET, Argumedo era además muy activa en las redes sociales, donde instalaba y machacaba los temas que consideraba prioritarios y urgentes. Canales de difusión de sus denuncias y alertas, sin contemplaciones ni filtros, aun cuando tenía que exigir respuestas a sus propios socios políticos.

En ese rol de influenciadora social y política, durante los últimos meses había apuntado sus cañones digitales a denunciar el “saqueo” que sufre la Argentina por el contrabando de recursos nacionales, como los granos y los minerales. Persistentes y elocuentes, desde principio de año sus posteos en Facebook y Twitter advertian sobre las pérdidas multimillonarias que la expoliación de recursos significaba para la Argentina.

Una buena cantidad de esos mensajes, Argumedo los ilustró con la actividad minera de Catamarca, a la que calificó como “contrabando”. “Geólogos de Universidad de Tucumán analizaron barro de exportación de Minera La Alumbrera. Declara  3 metales, pero de contrabando hay 22 más: son “tierras raras” más valiosas que el oro. El contrabando es de 8.267 millones de dólares por año de una sola minera”, twieetiaba el 21 de febrero. 

“Con dos años de eliminar el contrabando de exportaciones contaríamos con U$S 60.000 millones. Invertirlos en una industria pública de FFCC para reconstruir el sistema nacional crearía decenas de miles de puestos de trabajo y aporta a la batalla ambiental. Según nuestras estimaciones CONTRABANDO EN EXPORTACIONES de mineras, agro-industria, carnes, pesca, combustibles y otros ronda los U$S 30.000 millones por año. Condición de este desfalco son puertos e Hidrovía privatizados. Si no se sutura esta vena abierta no hay futuro”, advertía en otro posteo. 

Triste y dolorosa coincidencia, mientras en el Oeste de la provincia la reactivación del proyecto Agua Rica echaba sal sobre la abierta herida social, la resistencia al saqueo de la megaminería perdía a una de las más prolíficas e intelectuales impulsoras de la causa. Solo seis meses después de la muerte de su compañero de lucha política, social y ambientalista. 

El Gobierno provincial pretende sentar las bases de “consenso social” para la explotación del proyecto MARA; Agua Rica acoplada a la infraestructura de Minera Alumbrera. Un proyecto que volvería a poner los recursos naturales no renovables de Catamarca en manos de los mismos actores. La causa social, ambiental, antiminera ya no contará con la lucidez de Argumedo. Pero sus mensajes permanecen como un recordatorio y una advertencia de que la megaminería, bajo las mismas reglas, solo pueden significar saqueo y contrabando. 

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