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A los pechones y tironeando del pobre Don Raúl

La Unión Cívica Radical de Catamarca está como esas familias donde nadie se soporta y cualquier cosa es motivo de pelea. Salieron de su última convención provincial pregonando la reconstrucción del partido y la reconquista del poder, pero no alcanzaron a arrancar el proceso de renovación que ya surgieron las divisiones y los pleitos. Para colmo, además de dividirse cada vez más, no tuvieron mejor idea que torearse invocando a la máxima figura de la historia moderna del partido.

Con la tentativa de realizar la elección de autoridades partidarias en febrero próximo, y pensando en el cronograma electoral para las Legislativas de 2021, los espacios internos de la UCR se sacudieron el polvo y las tela de araña que los cubrió tras una larga inactividad y arrancaron una cansina reactivación. Pero apenas se desperezaron, comenzaron las peleas. 

Oscar Castillo se había despertado de la siesta hace ya unos meses urgido por la necesidad de asegurarse la reelección en su banca. Y picó en punta, echando mano a los vestigios de su liderazgo, proponiendo la siempre confiable “lista de unidad”. Es decir, generar la eterna “mesa chica” para rosquear. 

Pero el diputado José Sosa, referente de la Corriente Progresista Radical, salió al cruce del Senador vitalicio, asegurando que darán pelea por la conducción partidaria. Con lo que la propuesta nostálgica del ex gobernador y su aspiración de seguir cortando el bacalao a gusto y piacere se encontró con un primer tropiezo.

Los ánimos en la familia radical no son nada buenos y las peleas reavivan las heridas más o menos cicatrizadas de las derrotas electorales. Los artífices de los viejos años de gloria, hoy son responsabilizados por la racha de derrotas y el rumbo errante del partido. Y si al ex dos veces gobernador Eduardo Brizuela del Moral se le partió la tropa y varios soldados se enrolaron en una nueva línea, era cuestión de tiempo que a la línea del Senador le acaeciera el mismo 

Como había sucedido con el “Movimiento Renovador” justo antes de la Convención, que sufrió la sangría de dirigente que se agruparon en la nueva línea Radicales en Acción, la “Celeste” vio como la creación de la línea “Raúl Alfonsin” se llevaba parte de su grey, encolumnados detrás del rector Flavio Fama y sus ansias de mayor protagonismo.

La novedad del nacimiento de una nueva línea se formalizó con la presentación de los avales para participar de las internas del 7 de febrero. Y aunque desde el castillismo minimizaron la importancia de la escisión y negaron que sea un “quiebre”, el nuevo espacio emerge movilizado por las aspiraciones de Fama, uno de los dirigentes más activos y con un capital valiosísimo: se sienta seguido en la mesa del Gobierno a dialogar, negociar y consensuar en nombre de la oposición.

Ahora bien, como el ambiente de la UCR está tenso y espeso, no importa cuanto predican la necesidad de fortalecer el partido, cualquier cosa es motivo de escaramuzas. Y el nombre de la nueva línea de Fama fue una buena excusa para volver a trenzarse. Un contrasentido total, multiplicado por dos, comenzaron los tironeos por la utilización del nombre del ex presidente. Invocando “el espíritu de unión y fraternidad por el que bregaba el inclaudicable luchador de Chascomús”, un sector presentó una nota exigiendo la impugnación del nombre de la nueva línea, argumentando que ya es utilizado por ‘La Mesa Política Raúl Ricardo Alfonsín’. Y reclamando “que se rectifique el desvío del rumbo que tiene este sector con dicho nombre”.

Que diría el ex presidente si los viera, peleando por la nominación de una línea, tironeando su figura como si fuera un talismán, mientras el partido se desmorona por el raquitismo de su dirigencia y se consume en alianzas que lo ningunean.

Para las internas, once líneas presentaron sus avales, dos de las cuales son la resultante de la ruptura de líneas tradicionales. Por su parte, la Corriente Progresista Radical y la Organización de Trabajadores Radicales protestaron por la “falta de apertura”. Y desde el sector de Chichí Sosa aseguraron que pedirán informes a la Justicia Federal por los veedores de la Convención. Mientras tanto, la Junta Electoral debe resolver la impugnación al sector de Fama. Porque todos convocan a reconstruir el radicalismo y devolverle su grandeza, pero de los tironeos ni el pobre de Don Raúl se salva. 

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